Recién terminado sin acuerdo el periodo de consultas, la dirección de la antigua Productos Tubulares, del grupo Tubos Reunidos, pondrá en marcha el ERTE en la factoría a partir del próximo lunes día 26 de febrero en principio hasta finales de julio, cuando comenzaría el parón por vacaciones de verano.
El expediente reduce el tiempo de trabajo al 50% y se plantea una suspensión de contratos de los algo más de 300 trabajadores de Trapagaran por semanas alternas, explican fuentes sindicales. La realidad en la fábrica vizcaína en estos momentos es distinta a la de Amurrio (también en plena negociación de un ERTE), explican estas mismas fuentes, que precisan que el nivel de pedidos no es tan bajo como en Álava y que, a priori, si nada cambia el expediente se concibe más como un 'escudo' que como una medida que vaya a aplicarse a rajatabla.
Esto es algo habitual en las grandes firmas siderúrgicas ante los constantes vaivenes del mercado y lo cierto es que en el caso de Productos Tubulares de momento hay trabajo como para no tener que aplicar la suspensión la última semana de febrero, la primera en la que el ERTE estaría activo.
Por otro lado la compañía se asegura así un periodo 'de gracia' hasta septiembre de cara a poder limar los últimos flecos y evitar contratiempos en ese proceso de puesta en marcha del nuevo sistema productivo, con una única acería en Amurrio y quedando Trapagaran únicamente para el moldeado del tubo.
Producción diversificada
El grupo que encabezan Josu Calvo y Carlos López de las Heras tendrá así sus dos principales centros productivos de Euskadi bajo el paraguas del ERTE, si bien el bajón de pedidos se acusa más en el caso de Amurrio, con la producción muy centrada en el mercado norteamericano de oil-gas. En general toda la segunda mitad de 2023 fue más bien floja para la tubera vasca, que acusa ese acortamiento de cartera ahora en 2024.
En el caso de Trápaga en cambio la producción está más diversificada y por ahora hay mayor margen de maniobra. La planta vizcaína, tras la pérdida de su acería, ha dado una vuelta de tuerca a la apuesta por el tubo de alto valor añadido en esa estrategia general de las grandes compañías de tubos por atacar nuevos nichos de negocio ligados a la energía verde y la descarbonización.
Tubos Reunidos presentará próximamente sus resultados del pasado ejercicio, en el que ganó más de 50 millones de euros hasta junio. La segunda parte del año se espera bastante más descafeinada, aunque aun así se prevén números negros. El grupo logró ganar 43 millones en 2022 dejando atrás las abultadas pérdidas a causa de la pandemia.