La empresa de moda vasca Skfk (Skunkfunk) lleva desde 1999 apostando por prendas de ropa y complementos con un marcado sello distintivo y vocación sostenible. Sin embargo, a lo largo de su historia, ha tenido que sortear diversos obstáculos para mantener su actividad. En 2013, superó un concurso de acreedores, pero se vio obligada a llevar a cabo un plan de ajuste tras la pandemia que les permitió en 2022, obtener un balance positivo de 10 millones de euros pero lejos de los ingresos pre-covid y más lejos aún de los 26 que llegó a facturar en 2011.
Sin embargo, la firma bilbaína fundada por Mikel Feijoo Elzo celebra este año sus 25 años de trayectoria con buenas expectativas. A falta de cerrar su balance de 2023, estiman un crecimiento de en torno a un 24% en un año bien encaminado tras un primer semestre al alza. Para el presente ejercicio, prevén seguir en esta misma línea y aumentar un 20% sus ventas gracias al lanzamiento de su nuevo e-commerce coincidiendo con la modernización de su página web el pasado mes de diciembre.
Pero Skfk no sólo confiará en las ventas online, donde tienen un gran margen de crecimiento, ya que en la actualidad únicamente suponen un 10% de sus ingresos. La firma también prevé expandirse con nuevos puntos de venta multimarca, donde concentra hasta un 60% de sus ventas, sobre todo en Europa.
El año pasado, incrementó su presencia física pasando de los 500 a los 610 establecimientos e inauguró dos nuevas tiendas propias, una en Donostia-San Sebastián y otra en Santander, con lo que ya suma un total de catorce puntos propios: diez de ellos en España, tres en Francia y uno en Santiago de Chile, donde trabajan un total de 32 trabajadores que se suman a otras 30 personas en su sede de Lezama.
Crecimiento y sostenibilidad
Skfk fue pionera en la obtención del certificado GOTS (Global Organic Textile Standard), reconocida como la norma líder en el procesamiento de textiles hechos con fibra orgánica. En este sentido, sigue manteniéndose fiel a su filosofía, ya que, de cara a sus planes de futuro, tiene fijado como uno de sus objetivos clave el de seguir avanzando en materia de sostenibilidad.
En sus orígenes, la compañía vasca trabajaba con pequeñas cooperativas que empleaban tejidos procedentes de Europa, pero a medida que han ido creciendo han optado por realizar la producción de sus prendas en países como España, Portugal, India, China y Turquía, en función de sus fuentes de materias primas, principalmente algodón orgánico, tencel, poliéster reciclado, rami, cáñamo y lino.
Eso sí, tratan de seguir haciendo compatible la expansión de la marca con los valores medioambientales, la responsabilidad social y la producción sostenible, defienden. Como ejemplo, cada uno de sus artículos incluye un código QR con el que el consumidor puede comprobar las emisiones de CO2 que ha generado su fabricación.
Próximamente, Skfk celebrará su aniversario con una retrospectiva que hará un repaso desde sus inicios hasta la actualidad en el Museo Balenciaga, en Getaria, poco después de participar en la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid, donde debutó el pasado mes de septiembre. Un evento en el que participaron animados por Comercio Justo y FSC y que les ha hecho ganar mayor visibilidad y atraer a nuevos seguidores de los originales diseños de Maia Eder Courutchet, su directora creativa.