Trabajadores y representantes sindicales de CCOO se han concentrado a las puertas de la vitoriana Olazabal para denunciar la política de despidos que está tomando la fundición de Durango, Fumbarri -propietaria de la factoría alavesa-, como consecuencia de la acción sindical que estos están llevando a cabo. 

No es la primera, y avisan: no será la última vez que los representantes de CCOO denuncian una situación que llevan experimentando durante el último año y medio en una de las fundiciones históricas de Durango. “En enero de 2023 empezaron a despedir afiliados de nuestro sindicato, despidos sin ton ni son que hemos conseguido revertir y ganar en el juzgado, logrando que uno se declare como improcedente y otro nulo”, explica Jaime Itxausti, responsable comarcal de este sindicato. 

Hasta que antes de Semana Santa le tocó el turno al delegado sindical, al que mandaron una carta de despido sin aviso ni ningún tipo de compensación. “Al ser delegado sindical, le dan opción de rebatirlo por escrito. Así que lo hizo, a lo que respondieron al día siguiente entregando el finiquito, y a los días siguientes, la carta de despido”, añade Intxausti.

Asegura que este ‘señalamiento’ hacia su sindicato se debe a la labor que este está haciendo en la empresa, “denunciando situaciones de Salud Laboral y Prevención, imputando a la empresa en diferentes situaciones y, en concreto, este delegado ha ido de testigo sin problemas en numerosas ocasiones”. Ante esto, según el representante sindical, la empresa alega “que no hay nada más que hablar”

Ahora quieren que esta situación se conozca, por eso acuden a las puertas de Olazabal “para que sepan que en un futuro les puede pasar”, por eso el pasado 10 de abril se concentraron 150 delegados frente a la fundición de Durango, y por eso el próximo 1 de mayo, en la manifestación que recorrerá las calles de Bilbao, marcharán tras una pancarta en apoyo al delegado de CCOO despedido.