El conflicto de la antigua Domiberia, la fábrica de Ugao absorbida recientemente por el grupo mexicano Envases Universales, entra en una nueva fase tras ponerse fin a la huelga esta misma semana. La plantilla ha optado por regresar al trabajo tras equiparar la dirección las condiciones de salida del medio centenar de trabajadores afectados por el ERE, que en todo caso será recurrido a instancias judiciales por los sindicatos.
Dado que el expediente afecta también al centro de trabajo catalán de Montmeló, será la Audiencia Nacional la que deba decidir si anula o no el despido colectivo. En el primer caso los nuevos propietarios de la compañía dedicada a la fabricación de envases de hojalata (Domiberia fue la heredera de la antigua Crown) estarían obligados a readmitir a los trabajadores afectados. Fuentes sindicales explican que confían en que la resolución del órgano jurisdiccional de Madrid pueda conocerse en pocos meses.
El Grupo Envases se hizo con las plantas de Domiberia, cuya sede central en España se encuentra en Agoncillo, La Rioja, a mediados del año pasado y el aterrizaje de la firma mexicana puede suponer un importante varapalo para su centro de trabajo de Euskadi. La fábrica de Ugao cuenta con algo más de un centenar de empleados y desde el comité se teme que el ERE sea un paso decisivo hacia el cierre para proceder al traslado de la actividad a una planta de otra comunidad autónoma.
Movilizaciones
Y todo ello a pesar de la vocación de expansión del negocio declarada por Envases Europe cuando anunció la compra de Domiberia, que situaba ya el perímetro del gigante mexicano en el Viejo Continente en más de 20 centros productivos (Domiberia aportaba siete de ellos, seis en España) y 3.000 trabajadores. Domiberia era de hecho el segundo fabricante español de envases metálicos con su producción repartida principalmente en los sectores de alimentación e industria.
El comité de la planta de Ugao que encabeza LAB inició nada más conocer el alcance del ERE una campaña de movilizaciones que desembocó en una huelga indefinida. Sin embargo la mejora de las condiciones de salida de parte de los afectados abre ahora una nueva fase en cierto modo de normalidad pero, a la vez, de gran tensión puesto que la mitad de la plantilla conoce que su puesto de trabajo tiene fecha de caducidad.
La dirección ha solicitado que los afectados permanezcan en su puesto hasta septiembre, si bien permite que quien quiera solicitar la baja de la empresa de forma inmediata lo haga desde esta misma semana. En cualquier caso será la decisión de los jueces sobre el ERE la que determinará el futuro de la planta vizcaína a medio plazo.