Hace menos de un mes que la histórica troquelería Mecaner bajó la persiana por una decisión tomada por su grupo propietario, la multinacional francesa Stellantis, dueña de marcas como Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Citroën, DS, Fiat, Jeep, Lancia, Maserati, Opel o Peugeot. El cierre llegaba tras seis meses de negociaciones con el comité de empresa que daban como resultado que el 100% de la plantilla se adhiriera a la oferta propuesta por dicha compañía

Aunque esta oferta fue mayormente negociada por Esk, CCOO y LAB, ante la inexistencia de otras opciones y la negativa de la compañía a sopesar otras opciones al cierre -justificado como una decisión empresarial-  finalmente eran los 148 trabajadores los que la aceptaban. 

Tras esto, las reacciones han sido variadas y mientras LAB, sindicato mayoritario, continuaba con las concentraciones frente a Lakua y pedían al Gobierno vasco una comisión de seguimiento para "debatir y proponer qué y cómo se debe producir en dichas instalaciones”; ELA, tal y como ha adelantado este lunes El Salto diario, va más allá y ha anunciado que sus afiliados intentarán comprar el terreno, instalaciones y maquinaria donde han estado trabajando hasta hace escasas semanas. 

Tal y como asegura Mikel Bilbao, portavoz de ELA de Mecaner, los afiliados de este sindicato llevan “desde el inicio de este proceso” trabajando en una propuesta que ya han presentado al Gobierno vasco y que ahora quieren presentar a Stellantis: “Los números dan”, asegura. 

Detalla que serían entre 30 y 50 los trabajadores que estarían dispuestos a comprar los aproximadamente 20.000 metros cuadrados que tiene la parcela, 13.000 de ellos formarían parte de los pabellones, para seguir “trabajando en la puesta a punto y el ajuste de los troqueles”. Aunque matiza, este paso se daría “con la intención de que en 4-5 años se pueda dar otra solución que pase por la alternativa ecosocial”. 

El Gobierno vasco da luz verde

El paso inicial es presentarle la propuesta al grupo francés, algo que no va a ser fácil vista la predisposición que este ha tenido a la hora de negociar el cierre de la fábrica: “Les hemos pedido una reunión, aunque por el momento no ha habido respuesta”, confiesa Bilbao. De quien si han tenido respuesta es del Gobierno vasco que “ve con buenos ojos todo lo que quepa en la posibilidad de que Mecaner siga abierto. Están dispuestos a acompañar y a trabajar en esta posibilidad”. 

Aunque esta iniciativa nace de los afiliados de este sindicato, su portavoz asegura de que en caso de que salga adelante “habrá que ver cómo se conforma el equipo”, en referencia a los compañeros que formen parte de otro sindicato, e insiste en que “si así lo desean cabría la posibilidad”. Así, los antiguos trabajadores de esta histórica fábrica de Urduliz, aunque de diferentes maneras, continúan buscando alternativas para la continuidad de su actividad.

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