Del éxito al ostracismo: Urzaiz, pionero de una agencia de fútbol que dice adiós
El exjugador del Athletic obtuvo la licencia UEFA como agente tras retirarse como profesional en 2008, un paso poco común que le valió para abrir un negocio que ha cerrado tras 11 años junto a su socio José Ignacio Abando
24 mayo, 2024 05:00Noticias relacionadas
Ismael Urzaiz es y será historia viva del Athletic Club. Sus 419 encuentros y 129 resumen una trayectoria que dejó huella entre los parroquianos rojiblancos, que no pudieron ver cómo el navarro se despidió del fútbol en San Mamés. Lo hizo en el Ajax de Ámsterdam, con el que firmó una temporada antes de retirarse como profesional. Una vez que colgó las botas, Urzaiz tenía claro que debía seguir vinculado al fútbol. No lo hizo como entrenador, ni como directivo, sino como agente de jugadores, algo muy poco común en aquel momento. Una vez que obtuvo la licencia UEFA, Urzaiz emprendió su nuevo camino como empresario con su agencia de representación de futbolistas: Urzaiz & Abando Football Agency, junto a su compañero José Ignacio Abando, excoordinador del Área de Psicología del Deporte del Athletic Club.
Durante sus primeros años, el de Tudela representó a diversos futbolistas y entrenadores de la zona de Euskadi, especialmente de la provincia de Bizkaia. Entre ellos, al que también fue jugador del Athletic durante más de una década, Fran Yeste, quien mantuvo un corto contacto en los banquillos como técnico después de dirigir entre los años 2014 y 2016 a clubes como el Club Deportivo Eldense o el equipo juvenil del Arenas de Getxo. Durante ese tramo, la función de Urzaiz y su equipo ha consistido en la asistencia personal, entrenamiento técnico, preparación psicológica y servicio integral, como asesoría fiscal, departamento jurídico, asesoramiento en marketing y comunicación.
Desde 2011, es socio de una agencia de publicidad especializada en la actividad inmobiliaria en general
Mientras tanto, Urzaiz compaginó su nueva vida en la agencia invirtiendo en dos negocios más, uno de ellos vinculado también al mundo del deporte. Junto a Xabier Sánchez, presentador del canal 'Otra Forma' en YouTube, dirige un gimnasio en Bilbao desde hace más de seis años, llamado XST Xabier Sánchez Training, muy cerca del Museo Guggenheim. La empresa se crea con un capital social inicial de 3.500 euros y, a día de hoy, continúa en activo.
Cambio de sede con la agencia de publicidad
Por otro lado, está vinculado a un sector totalmente opuesto al que ha estado ligado desde su juventud. Desde 2011, es socio de una agencia de publicidad que estaba ubicada en la ciudad de Barcelona hasta 2012, especializada en la actividad inmobiliaria en general. La sociedad, denominada Conselo S. L., se encarga de la explotación, gestión y desarrollo de las actividades relacionadas con la hostelería, hospedaje y alojamiento.
Creada en 1995, tenía su sede principal en 2012 en la ciudad condal hasta que Urzaiz dio el paso y cambió su ubicación, pasándolo a Getxo, que es donde se encuentra desde entonces. El capital social inicial, muy similar al de Xastur Fit Siglo XXI (la sociedad que tiene junto a Xabier Sánchez), de unos 3.000 euros aproximadamente.
Problemas de ansiedad
Dos negocios que, en principio, muestran un buen balance y que continúan hacia adelante a excepción de su agencia de fútbol, un negocio que inició con mucha "ilusión" y "entusiasmo", pero que, con el paso de los años, ha terminado con el de Tudela y su socio desvinculándose del proyecto de manera definitiva el pasado 20 de mayo. Un movimiento que, eso sí, no impedirá que el mítico exatacante del Athletic Club continúe dentro del mundo empresarial, o al menos eso es lo que dejó claro en las últimas declaraciones que realizó en un espacio donde habló sobre su etapa fuera de los terrenos de juego y también dentro de él.
Urzaiz y Abando terminaron desvinculándose del proyecto de manera definitiva el pasado lunes
Y es que Urzaiz admitió que sufrió problemas de salud mental en una etapa de su vida. Según relata, durante su época como jugador del Real Madrid Castilla, la presión era constante, incluso en pretemporada, tramo de la temporada en la que, si el cuadro blanco disputaba un torneo veraniego "había que ganarlo". Esa primera toma de contacto, junto a la separación de sus padres, le pasó factura: "Cuando yo llego a Madrid, sin saberlo ya vengo tocado mentalmente. Hubo un cambio de vida y de situaciones que reconozco que me afectaron. En cuanto iba ascendiendo había más presión y ahí salieron a relucir bastantes cosas".