La principal conclusión del informe, en el que se recoge la visión de agentes como Zedarriak, Artizarra, las empresas familiares (Aefame) o el Círculo de Empresarios Vascos, es que Euskadi necesita importar trabajadores. Y cada vez más.
En los próximos años se va a necesitar un volumen de fuerza de trabajo adicional al que puede aportar la población vasca. Dentro de siete u ocho años se van a necesitar 10.000 empleados externos al año porque internamente la demografía no los va a dar. Esa cifra se irá incrementando. Es un cálculo alineado con otros que dicen que se necesitarán 400.000 personas en las próximas tres décadas.
Pero hay 100.000 personas apuntadas en el paro. ¿Por qué esa dependencia del exterior?
Por un lado hay un paro residual que siempre es difícil de acometer. Incluso Estados Unidos, que es un buen ejemplo de lo que es el pleno empleo, no puede bajar del 5% de paro. Por otro lado está la necesidad de 'reskilling', un proceso que no sabemos cómo va a evolucionar. Cuanto mejor se adapte la cualificación de las fuerzas de trabajo actuales a las necesidades futuras más se podrá acortar esa cifra.
La parte positiva es que Euskadi es un territorio bien posicionado para captar talento, casi dentro del 'top-10' a nivel mundial.
Estamos en la posición 12. Muchos factores en los que destaca Euskadi tienen que ver con la calidad de vida: buen sistema de salud, buen sistema educativo o acceso a los servicios.
A la hora de 'cazar' talento cualificado, el estudio deja claro que la gran apuesta son los países latinoamericanos.
Sí. Al no existir barreras idiomáticas es más fácil ser atractivo en comparación con otros territorios que podrían ser proveedores de talento pero que sí tienen esa barrera del idioma.
Las empresas que más tiempo llevan invirtiendo en políticas para establecer relaciones a largo plazo con las universidades son las que mejores resultados obtienen
¿Trabajan lo suficiente las empresas la estrategia en torno al talento?
Primero hay que decir que hay empresas que no lo trabajan porque no lo necesitan realmente. Las que sufren con esto son las que se mueven en sectores en los que hay una gran demanda de los perfiles que necesitan. Las empresas que mas tiempo llevan invirtiendo en políticas para establecer relaciones a largo plazo con las universidades son las que mejores resultados obtienen.
¿Cómo se consigue?
Ahí está la buena práctica de las aulas. Una empresa establece un aula permanente en una universidad para obtener perfiles tipo. Y lleva proyectos de empresa a esas aulas, trabaja con profesionales de la empresa, es decir, los estudiantes están viendo proyectos reales. Luego yo puedo identificar quiénes son los mejores y como me conocen tengo muchas opciones de que quieran venir conmigo.
Casi es el circuito ideal. ¿Pero esto es realista?
Sí. Hay grandes empresas vascas que tienen sus aulas. Esto es una inversión a largo plazo. Para mí esta es la solución al problema del talento a no ser que seas Google y no necesites competir con nadie. Las pequeñas empresas es más difícil que puedan poner en marcha este tipo de estrategias porque necesitan menos perfiles y no tienen accesibilidad a tantos recursos. Insisto, hay que enfocar esto a largo plazo, acordarnos solo cuando necesitamos incorporar gente no vale.
Euskadi destaca por la FP dual.
El sistema dual Euskadi es número uno en España, es verdad que funciona muy bien. Pero en el sistema universitario la formalización de este tipo de formaciones duales es mucho más difícil. Ahí existen muchos modelos, cada universidad escoge su camino, en función del tipo de especialidades. En carreras técnicas esto es más fácil por ejemplo que en la carrera de Derecho.
La inmigración hace tiempo que tira del mercado de trabajo, pero quizá en sectores poco cualificados.
Necesitamos talento cualificado y la FP está ahí en el medio. Si yo a un estudiante me lo traigo de Ecuador o de India, por decir algo, y le ofrezco estudios, trabajo, buen acceso a la vivienda... es fácil que conozca a un chico o a una chica y se quede aquí para toda la vida.
La vivienda da para otro debate.
Pero es este debate. Es que es una parte crucial de todo esto.
Euskadi no puede competir con el efecto gravitatorio de Madrid o Barcelona pero tiene sus fortalezas: la fiscalidad, se vive bien...
Luego están las políticas fiscales.
Claro, pero Londres no necesita recurrir a la fiscalidad para atraer jóvenes. Nosotros no podemos competir con Londres o con Nueva York, es así, es la realidad. Entonces tenemos que utilizar la política fiscal, y la utilizamos, pero hacen falta más cosas, es un conjunto. Ahí es clave el acceso a la vivienda.
¿Qué papel juega la inmigración desde otras comunidades autónomas?
Es importante, sí. En España compites contra superurbes. La fuerza gravitatoria de Madrid o Barcelona no la puedes tener, es así. Cuando eres joven buscas gente joven. Y luego que la gente en España tiene adherencia hacia su región. Si quieren cambiar suelen optar por Madrid o Barcelona. Pero sí hay que decir que Euskadi es la segunda comunidad más atractiva para atraer talento solo a dos puntos de diferencia de Madrid. Cuesta pero tenemos nuestras fortalezas como la fiscalidad, que se vive bien... y tenemos que competir.
¿Y las debilidades?
Las encuestas realizadas a profesionales indican que el euskera es el primer factor que dificulta venir, sobre todo si tienes hijos de según qué edades. Y luego destacaría los elementos que tienen que ver con la diversidad, la inclusión, disponer de un entorno de trabajo angloparlante... son factores que tienen que ver con crear un entorno diverso y global. En eso hay que trabajar. Euskadi no está al nivel de las sociedades más desarrolladas, en especial de las grandes superurbes como Madrid.