Antolín Goya (Tenerife, 1976) saltó al primer plano mediático durante la etapa de Mariano Rajoy, cuya reforma de la estiba se encontró con la férrea oposición de los trabajadores con Coordinadora a la cabeza. El canario, camino de cumplir dos décadas al frente del sindicato de estibadores, tuvo un papel protagonista en la resolución del último conflicto en el Puerto de Bilbao, donde Coordinadora tiene la mayoría absoluta (en la Autoridad Portuaria de Pasaia el primero es LAB).
Tras un periodo de incertidumbre por los cambios que exigía Bruselas, ¿vive ahora la estiba un momento dulce?
El sector vive un buen momento, sí. Hemos conseguido una ley que está consensuada con Europa, con Competencia y con los agentes sociales, y eso junto al V Acuerdo Marco se está notando: los tráficos mejoran y los puertos crecen.
Ahora el problema sería la norma europea de emisiones (ETS), a la que Coordinadora se opone.
Es que no tiene en cuenta la particularidad de nuestros puertos. Así lo entienden también las autoridades portuarias y el Gobierno español. Castiga a los puertos españoles y promociona que los tráficos de tránsito internacional se hagan en la costa africana.
La nueva normativa ETS puede perjudicar a Bilbao. La Comisión parece dispuesta a revisar la norma en los próximos dos años
¿Se verá afectado el cantábrico?
Aunque los grandes perjudicados son los puertos del mediterráneo porque tienen un mayor volumen, a Bilbao sí le puede afectar porque tiene tránsito internacional y barcos que vienen de fuera de Europa. Hemos transmitido a la Comisión Europea los efectos dañinos de esa norma y sí se muestra dispuesta a estudiar el tema en los próximos dos años. Esperamos que en ese tiempo se puedan alcanzar acuerdos y en la próxima revisión se pueda mejorar nuestra situación competitiva.
Respecto a Bilbao, la sensación es que el tráfico de contenedor está algo estancado.
El tráfico de contenedor siempre está expuesto a factores que varían mucho en función del contexto mundial, los intereses de las navieras... Hemos vivido una caída generalizada del tráfico internacional en toda España pero ahora la previsión es que crezca. Bilbao está en una buena situación estratégica ahora que ha normalizado el clima en el puerto. Viene de una situación de tensión que no era nada buena para atraer tráficos.
¿Confía en un repunte de los tráficos?
Sí. Me consta que las propias empresas estibadoras de Bilbao están saliendo al mercado buscando esos tráficos aunque es cierto que los puertos de alrededor también compiten por esos contenedores. La estrategia que plantea el Puerto de Bilbao para captar tráfico internacional es buena y en algún momento eso volverá a repuntar seguro.
Ha vuelto a quedar en vía muerta la segunda terminal de contenedor. ¿Tiene ese proyecto potencial?
Sí. Bilbao tiene una buena reputación y una industria alrededor que hace que el transbordo tenga un atractivo. El potencial está ahí, aunque es verdad que las grandes obras en los puertos deben ir acompañadas de compromisos de tráficos. No puedes echar cemento al mar solo para ver si algún día viene el contenedor. Insisto, hay interés en llevar tráficos a Bilbao y me parecería lógico que en algún momento se consolidara esa segunda terminal.
Bilbao tiene potencial y hay interés en llevar tráficos allí. Tiene sentido que en algún momento llegue la segunda terminal de contenedor
¿Se está quedando el cantábrico arrinconado respecto al mediterráneo?
A ver el mediterráneo es una ruta más natural para las grandes vías internacionales. Es natural que estos puertos tengan una posición más atractiva que los del cantábrico. A partir de ahí en el norte sí se abren oportunidades a través de la industria, no solo española, también del norte de Europa.
Se refería antes al acuerdo de 2022 para el convenio de Bilbao, en el que usted mismo se implicó personalmente.
Nos preocupaba sobremanera la deriva en la que estaban entrando las relaciones en Bilbao. Se había entrado en una dinámica de pérdida de confianza y era necesario encontrar soluciones para que Bilbao volviera a ser un puerto referente. Veíamos que a Coordinadora le tocaba el papel de poner salidas encima de la mesa pensando en el futuro. Consolidar el Centro Portuario de Empleo (CPE) y que las empresas estuvieran cómodas para normalizar los tráficos incluso aumentarlos. Una vez salvado el CPE lo que tocaba era normalizar la situación de los eventuales, ese es el siguiente paso.
Se firmaron reducciones salariales tres años, hasta 2024 (el convenio llega hasta 2027). ¿Estuvo en riesgo la propia sociedad de estiba, Bilboestiba?
Por supuesto. Habíamos entrado en una dinámica en la que solo surgían más problemas. El asunto estaba estancado. Por eso había que intervenir con contundencia e hicimos esa propuesta. Todos hemos hecho un esfuerzo, en particular mis compañeros allí que entendieron cuál era la situación y se comprometieron.
En las últimas elecciones sindicales la plantilla ha respaldado esa estrategia.
La gente de Bilbao es consciente de que no podemos vivir en un estado bélico permanente, sobre todo si esto tiene consecuencias en nuestro trabajo y nuestra vida. Lo normal es que haya unas buenas relaciones con las empresas y que los trabajadores estén en unas condiciones óptimas. Cuando un puerto está en armonía los tráficos crecen, se genera riqueza y todo el mundo vive mejor.
Primero había que consolidar el CPE (Bilboestiba). No tenía sentido plantear el ingreso de los eventuales a un centro portuario en quiebra
También se firmó un compromiso para que los eventuales entren en Bilboestiba poco a poco.
Estuve reunido con ellos en aquel momento y entiendo que cuando uno lleva mucho tiempo en una mala situación se ponga nervioso y tome decisiones que luego te van a afectar. Nosotros desde el primer momento hemos defendido lo mismo: lo primero era consolidar el CPE y, una vez hubiera condiciones de normalidad en el puerto, se podía abordar su situación. Lo que no tenía sentido era plantear su ingreso en un centro portuario que no tenía futuro y que estaba en quiebra.
¿Cuál es el mensaje a los eventuales?
Les hemos pedido paciencia y les hemos transmitido siempre que no se quedarían en la estacada. Primero era ordenar la casa y, ahora que la casa está ordenada, procederemos a darles cabida. Es eso lo que hemos hecho. Algunos no nos creyeron y creo que se equivocaron en las decisiones que tomaron y otros han apostado por seguir y eso ahora se verá recompensado.
Entiendo entonces que los que no demandaron a las empresas tendrán preferencia ahora que comienzan las incorporaciones...
Es que ellos han seguido trabajando, han seguido luchando y han seguido dando la cara por su puesto de trabajo. Es lógico que esos eventuales tengan preferencia cuando haya nuevas entradas.
Está encarrilado un acuerdo con Bilboestiba para preservar el nivel de 300 estibadores en plantilla, lo que supondrá en torno a medio centenar de entradas hasta 2027.
Sí, tenemos ese acuerdo. Va a haber ingresos escalonados en los próximos años en los que se tendrá en cuenta a todos esos trabajadores que han dado la cara por el Puerto de Bilbao. Esa previsión de entradas pasa por las jubilaciones previstas y contando con un nivel de tráfico estable. Si los tráficos aumentaran pues la necesidad sería mayor.
No ocurre así en Pasaia, pero en el caso de Bilbao Coordinadora tiene muy asentada la mayoría frente a los sindicatos 'clásicos', un bloque que en Euskadi encabezan ELA y LAB.
Para nosotros Bilbao siempre ha sido un puerto clave y queremos con esta asamblea reconocer la labor de nuestros compañeros después de todo lo que han vivido. Con el resto de sindicatos tenemos buena relación, pero estamos para defender nuestra profesión. Nuestra profesión tiene que ser viable. Hay sindicatos que no tienen eso claro y tienen contradicciones internas. Siempre hemos intentado buscar puntos en común con sindicatos como ELA o LAB, pero siempre con el objetivo prioritario de que nuestra profesión tenga futuro. Nos hemos abierto a otros colectivos de los puertos más allá de la estiba, como oficinas o las propias autoridades portuarias, y el resultado está siendo muy bueno.