La dirección de Bilboestiba y el sindicato Coordinadora tienen ya cerrado un principio de acuerdo que da forma al proceso de relevo generacional en el Puerto de Bilbao de la mano del último convenio. Se prevé la incorporación de en torno a medio centenar de estibadores hasta 2027, la primera docena este año, con el objetivo prioritario de cubrir bajas, principalmente jubilaciones, y asegurar que la plantilla total nunca baje de 300 trabajadores.
La sociedad de estiba que agrupa a CSP, Bergé, Toro y Betolaza y SLP abre ahora el plazo de admisión de solicitudes para incorporarse al centro portuario de empleo (CPE). Dadas las particularidades del oficio el proceso se resolverá por vía interna, dando prioridad a aquellos estibadores eventuales que vienen trabajando de forma intermitente en el puerto y que conocen el día a día en los muelles de Santurtzi.
Una parte de ellos, algo más de la mitad del centenar de temporales, demandaron judicialmente a Bilboestiba y han sido indemnizados. Aunque será en las próximas semanas cuando se irá perfilando el orden y las fechas concretas de entrada a la plantilla, se da por hecho que tendrán prioridad los eventuales que no acudieron a los tribunales, con la excepción de aquellos que obtuvieron la recolocación forzosa por haber denunciado después de la firma del V acuerdo marco.
Este principio de acuerdo con Coordinadora (aunque la central de Antolín Goya tiene mayoría absoluta en Bilbao el pacto está abierto a otras organizaciones) para incorporar trabajadores es la consecuencia de la firma del último convenio de Bilboestiba en 2022 por este sindicato y UGT, en el que ya se establece un compromiso para ir reemplazando a los estibadores de más edad y dar cierta estabilidad a la plantilla de la estiba. Aquel acuerdo, que estará vigente hasta 2027, fue un hito en la pacificación del clima laboral en el principal puerto vasco tras un enconado conflicto.
Aumento de tráficos
El convenio ha abierto un periodo de paz social en el que el Puerto de Bilbao ha apuntalado sus proyectos estratégicos en torno a las renovables y continúa peleando en buenas condiciones por captar nuevos tráficos. La llegada de más mercancías de la mano de las ampliaciones de terrenos en marcha (queda pendiente la segunda parte del espigón central) hará crecer también la necesidad de mano de obra en los muelles.
De ahí que sea probable que esas cifras de en torno a 50 nuevos estibadores que se incorporarán en cuatro años y ese 'suelo' de 300 operarios puedan quedarse incluso cortas teniendo en cuenta que habrá un importante número de salidas vía jubilaciones.
La lógica apunta a que al menos una parte de los eventuales que han acudido a los tribunales podría ser reclutada de nuevo en el puerto, si bien se barajan también opciones como poner en marcha una formación profesional (FP) específica de la mano del departamento de Educación del Gobierno vasco para 'fabricar' con más fluidez nuevos estibadores, tal y como hizo en su día el Ejecutivo asturiano en el entorno del Puerto de Gijón.