Como muchos sectores económicos, el Puerto de Bilbao encara los próximos años el delicado reto de cubrir la oleada de jubilaciones de quienes empezaron a trabajar en la década de los 80. Las empresas que operan en los muelles de Santurtzi cuentan con una plantilla actual de 300 personas de las que una quinta parte, unos 60, se retirarán en cuatro años.
Y no se trata únicamente de cubrir ese hueco. Con la última gran ampliación de superficie en marcha, la del espigón central, los planes de la Autoridad Portuaria pasan por incrementar los tráficos en los próximos años sobre todo al calor del boom renovable por ejemplo con grandes piezas de aerogeneradores. El propio Ricardo Barkala, presidente del puerto, lanzó como prioridad tras la firma del último convenio con los estibadores ganar nuevas rutas y nuevas mercancías para Bilbao.
Si como se espera el volumen de trabajo aumenta harán falta más manos. Y, por otro lado, la salida por jubilaciones no va a ser un fenómeno acotado a estos próximos años, por lo que desde las empresas estibadoras se ve ya como algo urgente dotar al puerto de un canal de entrada de personal estable y fiable que garantice el relevo generacional a largo plazo. Hay que recordar que la fórmula que se venía utilizando los últimos años, la de recurrir a contratos de trabajo intermitentes a través de ETT, ya no sirve según los pronunciamientos judiciales a raíz de las demandas del colectivo de eventuales, a lo que se unen los límites globales a la temporalidad que ha fijado el Gobierno de Pedro Sánchez.
En definitiva, lo que se ha hecho hasta ahora ya no sirve y hay que buscar alternativas. La idea ha calado en la dirección de Bilboestiba, la sociedad que agrupa a las empresas que operan en los muelles, que según ha podido saber Crónica Vasca maneja como posibilidad solicitar la creación de un curso de Formación Profesional específico de estibador en alguna escuela del entorno de Bilbao, algo que existe con cuentagotas en el resto de España, de forma que se regule y se dote de plena estabilidad al sistema formativo para acceder al puerto.
¿Qué formación hace falta para ser estibador?
El proyecto está en fase preliminar y lógicamente en caso de salir adelante el curso no se implantaría de manera inminente, no desde luego en el próximo curso 24/25. Hace falta un trabajo conjunto con el área de Educación del Gobierno vasco para hacer los preparativos y seleccionar el modelo y escuela adecuada para impartir la FP. Existe en ese sentido un espejo con buena reputación en los puertos españoles como es el de Gijón, la primera ciudad portuaria en contar con un curso específico oficial de estiba y desestiba a través del Centro Integrado de Formación Profesional del Mar, dependiente del Ejecutivo asturiano.
En estos momentos la legislación estatal contempla un amplio abanico de FP que abren la puerta para ejercer de estibador, la mayoría vinculadas al uso y mantenimiento de equipos electrónicos y maquinaria industrial. También se obtiene la plena acreditación con un determinado número de jornadas trabajadas en puerto. No existe, en definitiva, la obligación de realizar una formación reglada específica para la estiba, un sector que ha sufrido siempre un alto índice de siniestralidad y que avanza en su propia transformación con grúas y maquinaria cada vez más exigentes tecnológicamente.
Un sector cerrado
El hecho de que Bilboestiba se esté planteando algo así ya es un síntoma de que algo está cambiando en los puertos. La estiba ha sido tradicionalmente, no solo en Bilbao, un ámbito de trabajo acotado y poco dada a los cambios, lo que en el pasado generaba incluso traspasos del puesto de trabajo por vía casi 'hereditaria'. Bruselas presionó durante años, sentencia de la justicia europea de por medio, para que España diera pasos para liberalizar el sector y fue el Ejecutivo de Rajoy el que inició la conflictiva reforma para acabar con las antiguas Sagep, transformadas ahora en los llamados CPE (centros portuarios de empleo).
Esa es una de las grandes razones de ser de Bilboestiba, ejercer de puente con los sindicatos en materia de empleo. La sociedad está integrada por las cuatro grandes firmas que operan en el Puerto de Bilbao: Bergé, Toro y Betolaza, SLP y Cosco (CSP Iberian). Algunas de ellas están en claro crecimiento, el caso más claro el de Toro, uno de los actores que ha ido ganando terreno en el nuevo espigón central, y el asunto de la contratación lleva tiempo generando preocupación.
El conflicto judicial con más de medio centenar de eventuales ha condicionado mucho el panorama, ya que eran personal con preparación con el que ya no se cuenta. Aunque hay un grupo de temporales que no demandaron a las empresas, algunos ya han encontrado salidas fuera del puerto y, con todo, no resolverían el problema a largo plazo. Por último está pendiente de resolución la sentencia ganada por ELA que obliga a dotar de más personal a la categoría del grupo 1 y que podría forzar a Bilboestiba a incorporar nuevos estibadores antes de lo previsto.