Con la incógnita de qué ocurrirá a nivel de gobierno en el Puerto de Bilbao tras las elecciones del 21 de abril, el equipo que encabeza Ricardo Barkala llegará a esos comicios con los deberes bien encarrilados en lo referente al último gran plan para ganar espacio portuario. Dividida en dos fases, la primera mitad del nuevo espigón central está a punto de culminar su nueva distribución mientras que la segunda parte ultima los trámites para arrancar las obras a final de año.
Aparcada la idea de atraer una segunda terminal de contenedores a competir con la de CSP Iberian (Cosco), el nuevo macroespacio queda perfilado como una zona de marcado perfil eólico. Primero porque el primer actor clave en esa primera fase de la ampliación, Toro y Betolaza, tiene en las piezas para aerogeneradores uno de sus nichos. Se trata de una mercancía al alza con compañías detrás como Haizea Wind (torres) o Nordex (las palas de Acciona) y de gran volumen, de ahí que la eólica se haya convertido en el principal elemento que presiona en demanda de más espacio en la superficie portuaria.
Así lo ha recalcado más de una vez el propio Barkala, decidido en todo caso a 'mimar' a la eólica en esa apuesta por convertir a Bilbao en un "hub energético" en líneas renovables. La propia Haizea Wind, una de las empresas 'de casa' con más proyección, ha necesitado continuas ampliaciones en su zona de Zierbena. A estas alturas casi parece que la falta de un proyecto lo suficientemente atractivo por parte de una gran naviera para esa segunda terminal de contenedor ha sido más un alivio que una derrota para el equipo de Barkala.
Cuanto menos queda liberada una parte importante de esos 600.000 metros cuadrados en total que se ganan al mar con las dos fases del nuevo espigón central, para los que hay candidatos más que de sobra, como viene insistiendo el presidente de la Autoridad Portuaria. Ahora se trata de elegir bien, se conjura el exmarino portugalujo, y en ese proceso sigue ganando peso la eólica de la mano de otra de las grandes firmas del sector como es Siemens Gamesa.
Una alegría en horas bajas
Según confirman fuentes de la Autoridad Portuaria, la compañía ahora en manos de la alemana Siemens va a mover su posición del actual muelle AZ3 al espigón central, con una superficie total mayor. Se trata sin duda de una buena noticia que responde al interés de la compañía en mover mayores niveles de carga a medio plazo, justo en un momento más que delicado con la producción prácticamente parada al no poder vender sus turbinas defectuosas.
Esta misma semana la dirección de Siemens Energy apuntaba a un periodo de "varios años" para conseguir solventar los problemas de fabricación de sus nuevos modelos, lo que a la vez tiene consecuencias difíciles de prever en proveedores y trabajadores, aunque la multinacional mantiene la confianza en poder frenar las pérdidas para recuperar los números negros en 2026. No hay fecha de momento para reanudar las ventas.
Con todo, la antigua Gamesa está en trámites para lograr esa nueva posición dentro de esa primera fase del central, donde ya están asignados unos 130.000 metros cuadrados por las sucesivas ampliaciones de Toro y Betolaza (cerca de la mitad de esa primera parte de la ampliación). Si la tramitación concluye favorablemente el desembarco de Siemens Gamesa aquí dejará libres únicamente 40.000 metros cuadrados de esa primera fase del espigón central, señalan fuentes oficiales del Puerto.
La última gran obra
Así las cosas puede decirse que el primer acto del nuevo espigón central está prácticamente cerrado y, a partir de aquí, tocará ir dando pasos para tener lista la segunda mitad cuanto antes y poder ir distribuyendo espacios. Según los planes hechos públicos por Barkala, es inminente la salida a concurso público de los trabajos de construcción de ese remate, obra que se adjudicaría a final de verano para arrancar en torno a final de año.
Ganar esos 300.000 metros cuadrados extra de superficie al mar costará entre dos y tres años, con lo que será para finales de 2027 o inicios de 2028 cuando la 'milla de oro' del puerto podrá comenzar a recibir nuevos inquilinos. La preferencia, también para lo que queda de primera fase, serán las empresas locales de perfil industrial, según Barkala, que también ha dejado claro que la eólica seguirá siendo un cliente central.
Hay que recordar que la propia Autoridad Portuaria está configurando una comunidad energética para poder canalizar la generación de electricidad verde a través de sus nuevas infraestructuras renovables en suelo portuario, principalmente instalaciones fotovoltaicas y nuevos aerogeneradores que se sumarán a los cinco del parque de Punta Lucero. Por otro lado el Puerto ha comenzado ya los trabajos para la electrificación del propio muelle A-5 del espigón central, un proyecto con el que se prevé destinar parte de esa energía limpia a abastecer, entre otros, las necesidades de los servicios que ofrecen los cruceros a sus pasajeros cuando están atracados.