La apuesta lanzada desde la Autoridad Portuaria de Bilbao por contar con una segunda terminal de contenedores generaba dudas. Con muy poco espacio libre, no está el puerto vizcaíno en niveles de tráfico como para pensar en este tipo de carga como una prioridad. Finalmente el equipo de Ricardo Barkala da marcha atrás y deja el espigón central, o buena parte del mismo, abierto para que puedan pujar por él otros proyectos.
Según el propio presidente de la Autoridad Portuaria son "muchas" las empresas interesadas en instalarse en la que ya se conoce como la milla de oro del Puerto de Bilbao. La expresión tiene que ver con que el espigón central, cuya ampliación debería iniciarse el año que viene, es la última gran superficie libre en todo el recinto portuario, ocupado prácticamente al completo. Queda de momento descartada la posibilidad de intervenir en el monte Serantes para ganar espacio ante la oposición general, entre ellos los municipios de la zona, que ha generado el proyecto.
"Tenemos que acertar", ha dicho el propio Barkala en más de una ocasión en referencia a su mandato de aprovechar bien esa bala de plata, ese último trampolín para que Bilbao pueda crecer como entidad portuaria en un momento, no se olvide, en que otras capitales del eje atlántico-cantábrico van haciendo sus deberes. Crónica Vasca viene informando de los avances que se están produciendo por ejemplo, de la mano de empresas vascas como Saitec, en el puerto de A Coruña.
Con una primera terminal lejos del máximo de capacidad, entre los agentes portuarios no encajaba del todo esa intención de recuperar el viejo planteamiento de contar con una segunda línea de contenedores y condicionar de esa forma tanto buena parte de lo que ya está construido del espigón central como parte de la segunda fase pendiente. La situación ahora vuelve al punto de partida, una vez Barkala ha optado por no aceptar las pretensiones de las navieras interesadas en esa segunda terminal, por lo que corresponde ahora al consejo del puerto analizar cuáles de esos "muchos proyectos" podrán irse instalando tanto en los terrenos ya construidos como en el resto.
"Necesitamos ese espacio para dar salida a las necesidades de las empresas vascas", indicaba el presidente del puerto en su comparecencia de este martes en la que abordó esa paralización de la segunda terminal.
Paso al frente de Cosco
Es un paso atrás, sí, pero no necesariamente el movimiento tiene por qué haber sido malo para el Puerto de Bilbao. En un mensaje no del todo sencillo de descifrar, Barkala señalaba lo siguiente sobre el proyecto fallido: "Era necesario. Cuando sacas esto se mueven ciertas estructuras que parecen intocables. Es importante este movimiento para que todos sepamos dónde estamos y qué necesidades hay", indicaba el portugalujo para a continuación referirse a la compañía que gestiona la actual terminal operativa, el gigante Cosco (CSP Iberian Bilbao): "Ha venido con proyectos de crecimiento y atracción de nuevos tráficos".
Es como si quisiera transmitir Barkala que el amago ha servido para que Cosco se ponga las pilas. Y eso que Bilbao no vive un mal momento a nivel de tráfico de contenedores, que evoluciona bien en comparación con otros competidores en España, pero sí da la sensación de que la Autoridad Portuaria necesitaba que la sucursal de la naviera china diera un paso al frente. Paso que, parece, se va a dar.
La presión de la eólica
La cuestión ahora es qué proyectos son los más interesantes para ubicar en ese espigón central que, solo en esa segunda fase pendiente, absorbe una inversión de algo más de 90 millones de euros. Sobre la tramitación de esa ampliación Bilbao tiene amarrado ya el proyecto con Puertos del Estado pero debe dar su visto bueno el consejo de ministros. Ese trámite queda un poco en el aire con la convocatoria de elecciones por parte de Pedro Sánchez para el 23 de julio, lo que podría retrasar su aprobación. En todo caso el plan inicial pasaba por iniciar las obras de la segunda fase en 2024 y finalizarlas en 2027, calendario que a día de hoy no está en riesgo.
"Tenemos proyectos de sobra que aseguran la ocupación de ese espacio", incidía Barkala sobre la 'milla de oro'. Uno de los grandes demandantes de espacio en los terrenos de Santurtzi es el sector eólico, sin embargo Barkala mostró su intención de que, una vez paralizada la segunda terminal de contenedor, se puedan atraer mercancías de todo tipo, básicamente comerciales, como mercancía convencional o incluso coches, una opción esta última que se volvía a poner ayer sobre la mesa. Pese a su importancia, los espacios actuales podrían ser suficientes para los movimientos de palas y otros componentes eólicos, según dejó entrever el presidente del puerto.