El 96% de los accionistas de BBVA han respaldado la ampliación de capital necesaria para llevar a cabo el canje de acciones ofrecido a los accionistas de Banco Sabadell. Así ha finalizado la Junta Extraordinaria de Accionistas celebrada esta mañana en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
"Confiamos plenamente en el éxito de la operación. La oferta es extraordinariamente atractiva, y tiene por objetivo crear un banco más fuerte, competitivo y rentable. Esta operación es una clara apuesta por España y por sus pymes. Tiene impactos financieros positivos, en términos de beneficio por acción, patrimonio neto tangible por acción y rentabilidad sobre el capital invertido. Todo ello, con un impacto limitado en capital. Nuestra experiencia en integraciones anteriores similares nos avala", esgrimía el presidente de BBVA, Carlos Torres, al inicio de la junta.
Así, reafirmaba ante los accionistas de Banco Sabadell su Oferta Pública de Adquisición consistente en el canje de 1 acción de BBVA por cada 4,83 de sus acciones. Por ello, han sometido a votación un aumento de capital mediante la emisión de hasta un máximo de 1.126 millones de nuevas acciones ordinarias, que se destinarán a aquellos accionistas de Banco Sabadell que acepten la oferta, por lo que no existe derecho de suscripción preferente, ni aportación monetaria por su parte, ha advertido.
La oferta representa una prima del 30% sobre las cotizaciones del cierre del 29 de abril, día anterior a la oferta de fusión que fue trasladada a su Consejo. Por otro lado, otorga a los accionistas de Banco Sabadell "la posibilidad de capturar un mayor valor en el futuro" al participar en un 16% en la entidad combinada, asumiendo una aceptación del 100%, ha explicado el presidente.
Acordada la ampliación de capital, y obtenidas las autorizaciones regulatorias correspondientes, ya solicitadas, correspondería a la CNMV la aprobación de la oferta, con la que se abriría el plazo de aceptación de la misma por los accionistas. Un proceso que desde BBVA confían en "que avance de forma favorable en los plazos previstos".
En su opinión, esta ampliación de capital se trata de "una transacción enormemente atractiva" al ser "una combinación muy potente de los dos bancos, que creará valor para todos nuestros grupos de interés", apelaba Torres al inicio de su discurso, quien destacaba también su "aproximación amistosa desde un primer momento y lo sigue siendo".
El BBVA cuenta con 2.824 millones de capital social representado por 5.783 millones de acciones de 0,45 céntimos cada una. En total, han asistido a la junta, tanto de forma virtual como presencial en el Palacio Euskalduna de Bilbao, un total de 153.214 accionistas con derecho de voto, que representan un 70,74% del capital social, cumpliendo con el quórum necesario para la celebración de dicha junta y con capacidad de decisión sobre este asunto, el único que figura en el orden del día.
El impacto de esta transacción
Los beneficios de ambas entidades han sido de 9.350 millones de euros en 2023 y se espera un incremento para este año. En 2023, BBVA obtuvo los mejores resultados de su historia, con un beneficio atribuido de 8.019 millones de euros, una cifra un 26 % superior a la de 2022. "Estamos muy por delante de nuestros competidores en Europa en términos de rentabilidad y creación de valor. Nuestro ROTE, que mide la rentabilidad del grupo, siguió aumentando el año pasado, hasta el 17%, comparado con un 12% de nuestros competidores europeos", ha asegurado el presidente del banco vasco, quien ha destacado, además, la mejora en su ratio de costes sobre ingresos, que se situó en un 41,7% en 2023.
A lo largo de los últimos diez años han realizado desinversiones por importe de 16.000 millones de euros, bien porque el mercado no ofrecía el atractivo necesario, como en Paraguay; o bien por no tener escala suficiente, como en EEUU o Chile. No obstante, señalan que una parte del capital obtenido con la salida de esos mercados ha sido destinada a oportunidades con mayor capacidad de generación de valor, como sus franquicias en México, Turquía o España, donde se encuadra esta oferta a Banco Sabadell, según ha advertido Torres.
El objetivo de esta operación es "reforzar nuestra presencia a través de la combinación de franquicias de alta calidad con negocios muy complementarios", ha subrayado. Además, esta operación permite "obtener sinergias significativas, con unos ahorros de costes estimados en 850 millones de euros antes de impuestos, incluyendo 100 asociados a menor coste de financiación", ha detallado. Estos ahorros se materializarán a lo largo de tres años desde la integración, y llevan aparejados unos costes de reestructuración de 1.450 millones de euros, también antes de impuestos.
Remuneración de los accionistas
Otra parte importante del capital generado ha sido destinada a la remuneración a sus accionistas. Por un lado, con un pago de dividendos en efectivo creciente en los últimos años, con una subida del 28% en 2023. El año pasado, el patrimonio neto por acción se incrementó, incluyendo los dividendos, en más de un 20% en el año.
Y por otro lado, han habilitado programas de recompras de acciones. En total, desde 2021 han repartido más de 7.800 millones de euros en dividendos en efectivo, a los que se suman 5.400 millones en recompras de acciones, alcanzando un total de más de 13.200 millones de euros repartidos a sus accionistas.
Con todo ello, la cotización de BBVA en los últimos años ha mejorado y sus accionistas han triplicado prácticamente el valor de sus acciones, incluyendo dividendos, desde el inicio de 2019, ha destacado el presidente del banco vasco.
De salir adelante, la operación "generará un incremento del beneficio por acción desde el primer momento, con una mejora de aproximadamente el 3,5% una vez se produzcan los ahorros asociados a la integración. Además, la operación aumenta el valor en libros tangible por acción en cerca de un 1%. Todo ello con un impacto limitado en capital, que sería de solo 30 puntos básicos, en caso de ser aceptada por el 100% de los accionistas, con una elevada rentabilidad sobre la inversión", ha explicado.
Además, BBVA mantendrá su política de remuneración al accionista, que supone repartir entre el 40% y el 50% del resultado atribuido, con la posibilidad de combinar dividendos en efectivo y recompras de acciones, así como el compromiso de distribuir cualquier exceso de capital por encima del 12%, sujeto a las aprobaciones y autorizaciones regulatorias necesarias.