Kaiku es una de las marcas de alimentación más conocidas en Euskadi. La sociedad bajo la que se agrupa la enseña, Kaiku Corporación Alimentaria, es un pequeño 'imperio' internacional (tiene presencia, además de en España, en Chile y Túnez) con un volumen de ventas cada vez más relevante cercano ya a los 600 millones de euros anuales.
El accionista mayoritario de la compañía es el grupo suizo Emmi AG, con sede en Lucerna y amplia presencia internacional. El resto de la propiedad se la reparten Laboral Kutxa, la propia cooperativa de ganaderos Kaiku y el Gobierno vasco a través de Finkatuz. El fondo para el arraigo levantado por el Ejecutivo de Iñigo Urkullu en la última legislatura recogió el testigo de Ekarpen (un fondo compartido por Lakua, las diputaciones, Kutxabank y Mondragon) como accionista de Kaiku, en la que cuenta con un 7,3%.
La evolución y proyección de la firma con sede en Donostia son, salvando las distancias en cuanto a magnitudes, similares a las de las otras dos participadas de Finkatuz como son CAF e ITP Aero, ambas estratégicas en su sector y en clara expansión a nivel de negocio. En el caso de Kaiku la facturación registra en los últimos años un constante crecimiento para superar ya en 2022 la barrera de los 500 millones y aproximarse el año pasado a la de 600 (583 millones de euros).
Una evolución positiva muy vinculada a la buena dinámica de las ventas internacionales, en especial en Chile, mercado en el que entró a comienzos de siglo de la mano de la agrupación de productores de leche Surlat, marca con la que la alianza opera en el país sudamericano, además de Quillayes. Kaiku cuenta con presencia también en Túnez, donde aterrizó en 2011 con la compra de la productora láctea CLM-Vitalait. Ambos mercados, el chileno y el tunecino, tienen un importante peso en la facturación del grupo.
Tractor en Euskadi
La compañía guipuzcoana tiene su origen en la agrupación de cooperativas de ganaderos de Euskadi y Navarra en los años 50, aunque la forma societaria del grupo ha ido adaptándose al paso del tiempo y también el modelo de negocio. Hoy en día Kaiku es mucho más que una asociación de productores de leche y también su gama de productos en los supermercados va mucho más allá.
Esa diversificación e innovación en nuevos productos es una de las claves que explica el crecimiento continuado de los ingresos, una apuesta acelerada sobre todo a raíz de la entrada de Emmi como socio principal hace ya más de una década. El atractivo del proyecto y su papel tractor para el sector primario llevó al gabinete de Urkullu a querer retener vía Finkatuz la parte del pastel en manos de Ekarpen.
Según datos recogidos en la última memoria del propio fondo para el arraigo, Kaiku cuenta con cerca de medio millar de proveedores vascos con un volumen de compras en Euskadi de 71 millones de euros, un 3% más que en 2022 (Kaiku da salida a en torno al 85% de la leche de Euskadi).
El año pasado el balance de Kaiku volvió a terreno positivo con 24 millones de cash operativo (el indicador que mide la capacidad de generar dinero que tiene el corazón de un negocio) muy por encima de los 10 millones de 2020 o los 18 de 2021 (en 2022 el resultado fue negativo). La presencia del Gobierno vasco en Kaiku, en la que cuenta con un consejero, reportó al Ejecutivo por dividendos unos simbólicos 96.000 euros en 2023.