Confebask ha prendido la mecha del debate fiscal y este miércoles José Ignacio Zudaire, presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao, ha dado a entender que la propuesta de la patronal vasca va en la línea correcta. Aunque no ha querido pronunciarse sobre medidas concretas planteadas por la patronal, como bajar dos puntos el mínimo por Sociedades o eliminar Patrimonio, Zudaire sí ha dicho que los países capaces de atraer actividad y empresas "no son los que tienen las presiones más altas".
El presidente de la Cámara, que además de encabezar el Corredor Vasco del Hidrógeno es directivo de Petronor, recoge en cierta forma el guante de la organización empresarial vasca en un contexto político además marcado por la llegada de Imanol Pradales a lehendakaritza y una reforma fiscal pendiente.
A la petición de la patronal de bajar los impuestos ya ha respondido por otro lado el nuevo vicelehendakari socialista Mikel Torres, consejero de Economía y Trabajo, quien en una entrevista en Radio Popular ha recordado los beneficios obtenidos por las empresas el pasado ejercicio. El debate fiscal se abre a las puertas además de que Pradales inicie su ronda de contactos con los principales agentes sociales vascos (grandes sindicatos y la propia Confebask), citas en las que seguro el tema de la carga fiscal de las empresas estará muy presente.
Aunque las decisiones finales en la materia dependen de las juntas generales de cada territorio, la línea estratégica que se marque desde Lakua va a condicionar mucho los movimientos. En Gipuzkoa, donde la reforma va más avanzada, ya hay un acuerdo entre PNV y PSE con EH Bildu sobre las conclusiones de la ponencia.
Menos pedidos
En el caso de Bizkaia el propio Zudaire ha planteado que algunos de los últimos cambios en materia fiscal han sido positivos para las grandes empresas, y ha reclamado continuar en esa línea. Además, el presidente de la Cámara ha dado a conocer la radiografía de coyuntura de las empresas vizcaínas, marcada por la estabilidad pero con cierta pérdida de músculo a nivel de pedidos y velocidad productiva.
En concreto, la encuesta de la Cámara señala que el 38% de las firmas de Bizkaia cuentan con una cartera reducida, frente a un 54% que la ve suficiente. Eso se traduce en que el tiempo cubierto por carga de trabajo ha bajado de algo más de 100 a 81 días de media, si bien la tónica general entre el empresariado vizcaíno es de estabilidad tanto de la actividad como del empleo.
A nivel industrial pesa la desaceleración de Alemania y Francia y de Europa en general, destino de buena parte de las exportaciones, lo que busca compensarse con mercados alternativos como EEUU, México o latinoamérica.