El grupo Uvesco puede considerarse una empresa vasca a casi todos los efectos. Pese a estar controlado por un fondo francés, su sede está en Irun y parte de su accionariado sigue en manos de empresarios vascos. Hace ya un mes trascendió la intención del fondo PAI Partners de vender su parte mayoritaria, entre los candidatos podría estar Carrefour, una operación que de materializarse podría afectar a las raíces vascas del grupo.
Para empezar el propio PAI, actual propietario, tiene en Euskadi otra inversión relevante en el sector de alimentación como es la de Angulas Aguinaga, productora entre otros de los productos La Gula del Norte o Krissia, y en la que el fondo francés entró después de la pandemia con una posición de algo más del 50%. Ignacio Muñoz, CEO de Angulas Aguinaga hasta el año pasado, forma parte ahora del consejo de administración de Uvesco.
Ese 'miniimperio' encabezado por PAI a través de estas dos compañías guipuzcoanas quedaría cojo en caso de que el fondo francés saliera finalmente de Uvesco. Y en ese sentido la venta, para la que se postula la también gala Carrefour, tal y como avanzó elEconomista, podría generar importantes movimientos pese a no suponer un cambio de bandera.
Curiosamente un par de meses antes de que se hiciera pública la disposición de PAI a vender su parte, el presidente del grupo con sede en Irun, José Ramón Fernández de Barrena, indicaba en este mismo medio económico su interés en dar con un socio principal vasco, bien de corte financiero o industrial, que relevara al mayoritario francés cuando este optara por hacer caja y poner fin a su ciclo en Uvesco.
Peso en Euskadi
Uvesco es la segunda cadena de distribución en Euskadi solo por detrás de Eroski y ocupa un lugar cada vez más relevante también en el mercado español tras su importante apuesta por crecer en Madrid y su entorno, donde ha hecho varias adquisiciones, la última la de Hiber, para acelerar ese desembarco.
En ese trayecto el grupo ha dejado un espacio relevante también para conservar su adn vasco, y en ese sentido la posición del propio Fernández de Barrena es la muestra del peso que ha querido mantener la familia fundadora de la compañía (Uvesco se creó en los años 90 fruto de la unión entre la guipuzcoana Unialco y la cántabra Ves). Accionistas vinculados a esos orígenes compondrían el segundo grupo de poder en el consejo del grupo de distribución, que no hay que olvidar terminó de apuntalar esa segunda posición en el mercado vasco de distribución al adquirir en 2011 otra cadena histórica como era Ercoreca.
Stellum y GAEA
Y otra razón más para la preocupación en caso de que finalmente PAI opte por salir. De la mano del fondo francés entraron a Uvesco dos fondos guipuzcoanos con vocación de crecimiento en Euskadi y a los que se presume un gran potencial para impulsar empresas vascas por el músculo económico que tienen detrás. Se trata de Stellum Capital, de la fundación Artizarra que encabezan Jon Ander de las Fuentes, José Poza, Javier Ormazabal o Teresa Madariaga, y GAEA Inversión, de la gestora Inveready que tiene también participaciones en otras firmas vascas (por ejemplo es propietaria de parte de la red de Euskaltel).
Ambos fondos, Stellum y GAEA, desembarcaron en Uvesco junto a PAI con un 5% pero no lo hicieron para tener un papel testimonial. Por su nexo con el territorio a los dos grupos de inversores se les supone una vocación de contribuir a retener las líneas maestras del proyecto en Euskadi. Ese 5% de inversión dio entrada de hecho a Josep María Echarri, de Inveready, en el consejo de Uvesco (en el que está también Pascal Clouzard, CEO de Carrefour en España). La duda es si una hipotética salida de PAI arrastrará a ambos fondos a vender también su parte.