Cifras positivas para la vasca Hoteles Silken. La empresa cerró 2023 con un beneficio neto de 4,68 millones de euros. Así, la cadena hotelera con sede en Vitoria volvió a la senda de las ganancias y dejó atrás las pérdidas de 0,9 millones registradas en el año 2022.
El resultado de explotación de la compañía dirigida por Javier Villanueva se situó en casi 6 millones de euros frente a los 592.233 euros registrados en el año anterior, según las cuentas consolidadas despositadas en el Registro Mercantil a las que tuvo acceso Europa Press.
En el ejercicio de 2023, Silken logró unas ventas de 85,1 millones de euros, lo que supone un aumento del 18,4% respecto del ejercicio 2022. Un dato que ya adelantó Crónica Vasca recientemente al informar de otra buena noticia para la compañía: la cancelación de la deuda que contrajo por la pandemia.
Y es que la situación financiera de la compañía hotelera ha mejorado sustancialmente. Las deudas con entidades de crédito y otros intereses devengados se situaban en 24,29 millones de euros, frente a los 34 millones del ejercicio anterior. De ellos el endeudamiento por el contrato de financiación firmado con Cofides ascendía a cierre del ejercicio de 2023 a 7,9 millones de euros.
Según las cuentas remitidas al registro, la compañía presentó en 2023 un fondo de maniobra positivo por valor de 7,4 millones de euros, mientras que el patrimonio neto de la compañía el pasado año se situó en 15,3 millones de euros.
La empresa asegura que están realizando una supervisión constante de la evolución de los costes y sus efectos sobre la actividad de la sociedad por lo que consideran que "la continuidad del negocio se encuentra garantizada".
Silken Hoteles, con su sede central en Vitoria-Gasteiz y con proyección nacional, ofrece más de tres mil habitaciones y genera más de mil doscientos puestos de trabajo directos.