BATZ e Ikerlan desarrollan un sensor para el pedal de freno de los coches de Volvo

Las empresas vascas Batz e Ikerlan han desarrollado un sensor electrónico para los coches de la marca Volvo que transmite a los sistemas de control del vehículo información "precisa y segura" sobre las demandas de frenado del conductor. Esta innovación se encuentra actualmente en proceso de producción.

Tanto la cooperativa vizcaína como el centro tecnológico guipuzcoano han desarrollado conjuntamente para Volvo este sensor auxiliar para el pedal de freno que "aportará robustez y fiabilidad", según han explicado en un comunicado.

Este proyecto permitirá a las dos empresas vascas "dar un salto cualitativo en el sector de la automoción y reforzar su posición en el mercado internacional de la automoción como proveedor de sistemas electrónicos".

Este proyecto permitirá a las dos empresas vascas "dar un salto cualitativo en el sector de la automoción"

Ambas compañías han colaborado desde el año 2020 en el desarrollo de este componente adicional para el pedal. BATZ e Ikerlan han superado "estrictos estándares de calidad y seguridad", puesto que el fabricante sueco estableció para el proyecto unos requisitos específicos "sumamente exigentes en varios niveles, adicionales a las normativas vigentes en el sector".

Un paso para la fabricación de futuros frenos electrónicos

Iosu Gabilondo, responsable de área de Inteligencia Distribuida y Conectada en Ikerlan, ha explicado que "hemos tenido que garantizar la durabilidad del sistema, que debe ser capaz de estar operativo durante los 15 o 20 años del ciclo de vida de un vehículo".

Por otro lado, el director de Ingeniería de la cooperativa vizcaína, Egoitz Anzola, ha señalado que este nuevo paso les "facilitará y ayudará no solo a ofrecer a soluciones integrales en los pedales de freno actuales, sino también en el desarrollo y fabricación de los futuros frenos electrónicos".