Los sueldos cogen aire este año con subidas en muchos convenios superiores a la inflación gracias a la buena dinámica de la negociación colectiva en 2022 y, en especial, el año pasado. Una batería de acuerdos que llegaron tras largos periodos negociadores, en algunos casos con enconados conflictos de por medio, que llegan a estirarse de media casi dos años.
En concreto, el Consejo de Relaciones Laborales (CRL) fija en 624 días la duración media de los procesos de negociación sectoriales en convenio sectoriales vigentes en 2023, cien días por encima del medio millar de jornadas de media en 2022. En realidad es una cifra similar a la del periodo 2018-2021, mucho menos fructíferos en cuanto a acuerdos.
Pesa en esa estadística la propia configuración sociolaboral de Euskadi, un territorio con una mayoría sindical más proclive a la conflictividad, así como la elevada aportación al empleo de sectores y empresas industriales, siempre con una mayor tradición de sindicalización y huelga.
El papel de ELA, sindicato mayoritario con cuatro de cada diez delegados, explica también que los procesos negociadores sean tan largos. La central de Mitxel Lakuntza impulsó por ejemplo la huelga de Novaltia, considerada la más larga de Europa con una duración de más de tres años y medio, así como otros conflictos clave en Euskadi como los de las residencias de Bizkaia, además de los sectores del Metal en Bizkaia y Álava o industrias como Michelin y Mercedes en Vitoria.
Todos ellos contribuyen a engordar esa duración media de las negociaciones, que en ocasiones se alargan también sin necesidad de pancartas simplemente por dejación de una de las partes. No siempre que una mesa negociadora se eternice se explica por una huelga.
Patronal y sindicatos asisten así a una especie de 'valle' de conflictividad en 2024 (habrá que ver cómo evoluciona el clima laboral en la administración pública, que asistió a un paro general el pasado marzo) gracias a que, en líneas generales, aunque cuesta conseguir acuerdos estos suelen tener una duración más bien larga, normalmente por encima de los dos años.