El proyecto Voces Verdes, puesto en marcha por la consultora Harmon en el marco de su iniciativa Harmon/org, ha reunido 18 historias repartidas por toda España con el propósito de visibilizar a esas personas que están cambiando el mundo. Entre las personas elegidas, se encuentran tres vascos: los bilbaínos Ane Ugena, responsable de impacto medioambiental en Saitec, y Enrique Aramaio, ingeniero y gerente de Tecnosate; y la vitoriana Lydia Arto, ingeniera de extensión de vida de aerogeneradores.

Tres personas que encajan a la perfección con la pregunta principal que se hacen desde Harmon, que se centra en quiénes son los que día a día contribuyen a la sostenibilidad del planeta en sus puestos de trabajo. En el caso de Ane Ugena, trabaja en el desarrollo de un proyecto piloto para la puesta en marcha de la energía eólica marina en el Cantábrico.

"La energía eólica marina no deja de ser una fuente de energía renovable"

Ane Ugena, responsable de impacto medioambiental en Saitec

La vizcaína analiza las variables medioambientales y los posibles impactos que pueda generar el proyecto. Además, conoce así la opinión de los pescaderos y de los ciudadanos de a pie ante esta tecnología. "La energía eólica marina no deja de ser una fuente de energía renovable. Este proyecto piloto con el que estamos abasteciendo a más 2.000 hogares de la zona es clave para adquirir el conocimiento necesario e implementar los datos en futuros parques", asegura.

Aerogenerador flotante de Saitec en pruebas en el Cantábrico. / EP

Mejorar la eficiencia energética

Un proyecto fundamental para llevar a cabo una transición ecológica y, de paso, generar empleo. En un contexto diferente pero con la misma finalidad de contribuir a la sostenibilidad del planeta se encuentra Enrique Aramaio. El de Bilbao es ingeniero, emprendedor y gerente de la empresa Tecnosate, especializada en la rehabilitación y aislamiento térmico de edificios. 

"Lo que hacemos es evitar que la temperatura de dentro se comunique con la temperatura de fuera, conseguimos un puente térmico"

Enrique Aramaio, ingeniero y gerente de Tecnosate

Aramaio decidió especializarse en ese sector por la gran demanda que existía y porque observó que "en varios informes hacía falta rehabilitar muchos edificios y que dentro de esa rehabilitación había que hacer una mejora de la eficiencia energética".

Explica que "aislar térmicamente un edificio consiste en ponerle un abrigo. Ese abrigo se puede hacer de diferentes materiales, en este caso utilizamos polietileno expandido. Lo que hacemos es evitar que la temperatura de dentro se comunique con la temperatura de fuera, conseguimos un puente térmico".

Parque eólico / GETTY IMAGES

La lucha contra el cambio climático

Por otro lado, Álava también tiene su representante con Lydia Arto, ingeniera industrial. Su trabajo consiste en extender la vida útil de los parques eólicos y se encarga de monitorizar y realizar diferentes pruebas de los materiales que se utilizan para la construcción de los aerogeneradores.

De esta manera, certifica si pueden o no extender su vida útil según los máximos estándares de seguridad. En otras palabras, Lydia Arto consigue aprovechar al máximo la capacidad de producción de las turbinas para generar energía limpia el mayor tiempo posible.

"Si tenemos condiciones más benevolentes simulamos a 40 años y obtenemos la vida útil que de verdad puede llegar a tener"

Lydia Arto, ingeniera de extensión de vida de aerogeneradores

"Normalmente, las máquinas están certificadas a 20 años, pero se ponen condiciones muy extremas como huracanes, etcétera. Si tenemos condiciones más benevolentes simulamos a 40 años y obtenemos la vida útil que de verdad puede llegar a tener", explica la alavesa.

Tres historias y tres protagonistas vascos que, aunque sus funciones y sus empleos sean distintos, coinciden en la contribución a la sostenibilidad del planeta y a la lucha contra el cambio climático

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