Son tiempos de transformación en Euskadi… Económica, política, social y, por supuesto, energética. Por eso, son muchos los agentes que han manifestado abiertamente la necesidad de que el territorio de "un salto cualitativo" y tome, por fin, ventaja de las oportunidades que generan este tipo de cambios. Euskadi presenta un índice de abastecimiento energético del 8,7%, muy por debajo del 28,2% que presenta España o del 41,8% de la media europea. Además, solo el 7,3% de la energía que consume el territorio procede de fuentes renovables, frente al 63,6% de España y el 53,9% de Europa.
Bajo este contexto, y en pleno debate social e institucional sobre la transición energética renovable, José Ignacio Hormaeche, director general del Clúster de la Energía del País Vasco, recibe a Crónica Vasca en su sede de Bilbao. La asociación agrupa 210 entidades, de las que el 95% son empresas -dos tercios de ellas pymes-, 9 centros tecnológicos, 3 universidades, el Ente Vasco de la Energía y demás instituciones públicas. En definitiva, “toda la cadena de valor que conforma el sector energético vasco, desde energéticas hasta compañías que transportan, producen, venden o generan energía”, explica Hormaeche.
- ¿Cómo está actualmente el sector energético vasco?
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Desde hace tiempo es un sector muy importante y con mucho peso en Euskadi. Por una parte por el volumen, ya que acumula más de 15.000 millones de euros de facturación en Euskadi y 26.000 empleos, y por otra porque es muy competitivo a nivel global en base a su capacidad tecnológica, de innovación y de adaptación. Hay muy pocas empresas del Clúster que no estén activamente presentes en mercados internacionales ya sea directamente, a través de sus clientes, de colaboraciones o de delegaciones.
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A pesar de que la percepción será diferente para cada empresa dadas sus características… ¿Cuáles son las previsiones que se manejan en el sector?
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Depende mucho de los subsectores… En general las expectativas son buenas, aunque es cierto que en estos dos últimos años ha habido una cierta ralentización. Es decir, actualmente no se están produciendo inversiones al ritmo que la transición energética exige, ni al ritmo que los gobiernos han establecido sus objetivos. De cara al futuro, hay perspectiva de crecimiento en los próximos años, de hecho, hay previsiones de evolución que dicen que de aquí al 2023 o 2050 se van a realizar grandes inversiones en todos los subsectores.
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El Clúster cuenta con compañías gigantes en este sector, pero, como ha dicho, dos tercios de las empresas que lo conforman son pymes… ¿Qué importancia tienen en el Clúster?
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Nos gusta hablar del concepto de la cadena de valor precisamente porque refleja muy bien la importancia que tienen las pymes en el sector. Afortunadamente a lo largo de las últimas décadas hemos tenido grandes empresas energéticas en Euskadi, que han liderado el mercado internacional y que han provocado que, a su calor, las pymes hayan podido crecer. El empresario en Euskadi ha sido y es capaz de aprovechar la oportunidad de la convergencia con grandes compañías energéticas para desarrollar sus productos competitivos y abrirse, a su vez, a clientes de todo el mundo.
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Y este tejido empresarial vasco, ¿de qué mercados bebe?
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Europa ha sido y es, incluyendo todas las cadenas de valor, el mercado en el que más presencia tienen las empresas vascas. También es verdad que Europa ha sido el lugar, desde hace décadas, donde las renovables se han desarrollado de manera más rápida y en el que el despliegue de las redes eléctricas ha sido más completo. Y ahí es donde han estado presentes nuestras empresas.
“Hay previsiones de evolución que dicen que de aquí al 2023 o 2050 se van a realizar grandes inversiones en todos los subsectores”
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Y al margen de Europa…
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En la última década en prácticamente todos los continentes y casi todos los países del mundo se han empezado a diseñar planes de desarrollo de energías renovables o electrificación de sus redes, así que prácticamente estamos presentes en todos los mercados. Por decir alguno significativo, EE. UU. es un destino muy habitual para muchas empresas vascas, sobre todo en eólica y en el despliegue de redes eléctricas. También Japón, es un país que todavía tiene mucho recorrido por hacer pero en el que tenemos muchas expectativas y la India, que también ofrece un mercado importante.
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Y este estudio de mercado, ¿se elabora desde el Clúster?
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Sí. Nosotros damos servicio de vigilancia estratégica... Tratamos de tener una visión lo más amplia posible sobre en qué países hay expectativas de expansión y de inversión. También tratamos de ver qué empresas vascas están ya implantadas o implantándose en esos países para que su modelo de negocio sirva para otras compañías que quieran hacerlo próximamente.
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Desde la asociación, también fomentan una mayor participación de las empresas del sector energético vasco en las diversas convocatorias de Programas europeos de I+D+i…¿Cómo se está llevando esto a cabo?
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Una de las características más importante de estas empresas es su capacidad de innovación, de desarrollar tecnologías, por eso sus capacidades competitivas no son las más baratas porque no funcionan por el bajo coste sino por su capacidad de responder a retos. Por eso, tratamos de crear consorcios o conjuntos de empresas que trabajen juntos y de identificar aquellas convocatorias de ayudas que mejor encajen para que desarrollen esas tecnologías a nivel de Euskadi, a nivel estatal y a nivel europeo. Este año ha sido bueno, ya que en las convocatorias del Gobierno vasco de I+D se han aprobado cinco proyectos de entidades tecnológicas en los que nosotros participamos y otros cinco-seis de consorcios de empresas a los que nosotros hemos apoyado.
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Son muchos los sectores que están reclamando iniciativas para evitar la ‘fuga de talento’ que se está viendo en los últimos años. ¿En el sector energético se nota el problema de atracción de talento?
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Sí. Muchas empresas nos comentan que no encuentran personas, ni en número ni en cualificación adecuada, para abordar todos los retos o posibilidades que tienen de crecimiento. Es un problema en positivo porque estamos creciendo y tenemos retos que abordar pero el número de personas disponibles actualmente es insuficiente. En nuestro caso son muy buscadas las titulaciones en ingeniería, eléctrica, electrónica, mecánica… Tampoco hay perfiles en formación en temas digitales como tratamiento de datos, big data o ciberseguridad.
“Con la inversión en la red eléctrica nos jugamos la transición energética en Euskadi”
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Y sobre el despliegue de renovables que Euskadi tiene pendiente, un tema actualmente recurrente… ¿Qué opinión tienen?
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Para nosotros el hecho de que haya instalaciones en Euskadi es bueno, apoyamos activamente que se haga el mayor número posible de instalaciones renovables en Euskadi, porque las empresas vascas están compitiendo en un mercado global y el hecho de que el territorio sirva de escaparate es importante. Como ha sido, por ejemplo, el caso de DemoSATH, el aerogenerador flotante vasco que está teniendo mucha visibilidad, interés y visitas desde el punto de vista de agentes internacionales.
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¿Y sobre el también recurrente tema del despliegue de red eléctrica en el territorio?
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Aquí es donde nos jugamos la transición energética. Es muy importante que se haga inversión en Euskadi destinada al crecimiento, despliegue y digitalización de la red eléctrica, porque no va a venir nadie a invertir aquí ni en consumo eléctrico ni en generación renovable si la red está limitada o no tiene capacidad de conducir esa electricidad.