Se complica el aterrizaje de Jupiter Aluminum en Aludium, el grupo que heredó fábricas de Alcoa, entre ellas la de Amorebieta. La principal factoría de la compañía estadounidense en el sur de Europa no logra encarrilar la negociación para el nuevo convenio, finalizado en 2023, y el clima laboral empieza a torcerse.
Ya se ha producido una primera jornada de huelga el pasado 30 de septiembre y la movilización no ha servido para engrasar la negociación, con las partes alejadas en torno a la fórmula para aplicar subidas salariales.
El comité de la factoría, una de las principales plantas industriales de Bizkaia, rechaza la vinculación de las subidas los próximos años a resultados empresariales, además de las medidas de flexibilidad que plantea la dirección.
Ya hay sobre la mesa nuevas protestas para las próximas semanas siempre que no haya acercamiento de posturas. El planteamiento sindical (el comité lo lidera CCOO con siete representantes por 6 de LAB, 2 de UGT y 1 de LSB-USO e independientes) pasa por un nuevo convenio a cuatro años y por incrementos ligados al IPC sin condiciones.
Trabajadores de Aludium en Amorebieta
Un salto en Europa
La firma Jupiter Aluminum anunció la adquisición de Aludium el pasado año, dando relevo al fondo Atlas Holdings. La operación generaba cierta sorpresa a priori por el tamaño de Jupiter, hasta entonces con presencia incipiente en Europa a través del grupo Baux (con presencia en Valencia y Albacete).
La compra de Aludium da a la compañía con sede en Hammond, Indiana, la oportunidad de crecer y consolidarse en el mercado del aluminio europeo. Un negocio al alza en sectores como la automoción por la importancia que ha asumido en este sector la mejora de la eficiencia y la reducción del peso.
En ese sentido, Jupiter da un salto con Aludium y pasa a contar con un conglomerado de cierto volumen en el sur de Europa, por encima de 1.500 trabajadores en total. A las plantas de Baux se suman las tres de Aludium (Amorebieta, Alicante y Castelsarrasin, al sur de Francia).