Matrici ha solicitado la apertura de la fase de liquidación al no poder consolidar un plan industrial viable tras la fase de concurso de acreedores. Hasta cinco años ha estado el fabricante de troqueles para automoción sin recibir pedidos de compañías europeas, una situación que queda claro no va a mejorar tras los últimos anuncios realizados por gigantes como Volkswagen.
La cooperativa de Zamudio era una de las históricas del sector y peleaba por conseguir salir del bache tras superar un concurso de acreedores en el que logró abrir nuevas puertas como la de la aeronáutica.
Sin embargo el "nuevo parón" que se constata en el sector de automoción europeo, que está suponiendo la cancelación y retraso de pedidos, fuerza a Matrici a pedir la liquidación.
No ha sido posible finalmente así la salvación del proyecto, como indican desde Mondragon: "A pesar de los enormes esfuerzos, las dificultades para lograr carga de trabajo sostenible impiden que el proyecto empresarial cumpla unas condiciones mínimas para garantizar su futuro".
Matrici seguirá trabajando junto a la administración concursal los próximos meses finalizando los pedidos en cartera, mientras que los 80 socios trabajadores que quedaron tras el concurso podrán acogerse a los mecanismos de solidaridad del grupo cooperativo.
Se consuma así el enésimo capítulo en clave negativa de la matricería vasca, un sector clave en el ecosistema industrial del pasado que ha dicho adiós en pocos años a referencias como Araluce, Mecaner o Matrici, además de un sinfín de firmas de menor tamaño.