El BBVA abre la puerta a dar marcha atrás en sus planes de hacerse con el Banco Sabadell si llega a la conclusión de que las condiciones que acaba poniendo la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) son "inasumibles", según ha explicado su consejero delegado, Onur Genç.
En rueda de prensa, ha insistido en que su idea inicial es que la CNMC apruebe la operación en una primera fase, como sucedió con la fusión de CaixaBank y Bankia, puesto que no ve ningún problema de competencia. Además, ha dado a entender que ya han trasladado su disposición a hacer concesiones si fuera necesario.
Sería un problema si BBVA y Sabadell dieran lugar a un banco "gigantesco" en España, pero la realidad es que CaixaBank seguiría siendo más grande, ha argumentado, sin pasar por alto que la competencia llega cada día más con "neobancos" que están abriendo cuentas, no sólo para particulares sino para pymes y empresas.
Sin embargo, ante la posibilidad de que en este caso Competencia decida alargar el periodo de análisis y pasar a una segunda fase, como reclama el Banco Sabadell desde un primer momento, el consejero delegado del BBVA ha avanzado que respetarían esa hipotética decisión y seguirían adelante con sus planes, aunque llevaran más tiempo.
"Buena para todos"
En este punto, ha defendido una vez más que la propuesta de compra del Sabadell es buena "para todos" (para la economía, los accionistas de ambas entidades, los clientes y los empleados) y ha descartado que tanto él como el presidente, Carlos Torres, tuvieran que plantearse dimitir si al final la operación acabara saltando por los aires.
"Hemos hablado de esto en otras ocasiones y creemos que hemos hecho lo correcto porque la operación crea valor para todas las partes", ha dicho, al tiempo que insistía en que el sector necesita cada vez más invertir en tecnología y eso es más eficiente cuando las entidades tienen mayor tamaño y escala.