Triton Submarines recoge en cierto modo el testigo de OceanGate, la empresa que operaba el tristemente conocido Titan, el sumergible privado que implosionó cuando descendía a los restos del Titanic.
La compañía estadounidense tiene entre ceja y ceja realizar con éxito con su Triton más avanzado lo que no pudo lograr el Titan, demostrar que es posible realizar viajes privados hasta las profundidades para ver de cerca lo que queda del barco más mítico del mundo.
Todo esto sería parte de una 'americanada' más, el sueño mediático de un par de multimillonarios norteamericanos que juguetean con la tecnología, si no fuera porque Triton Submarines ha fijado sus ojos en la industria de Euskadi con Barcelona como palanca de la compañía de Florida en España.
La firma que encabeza el multimillonario Patrick Lahey abrió su filial europea en la ciudad condal antes de la pandemia, destacando como una de las fortalezas de la ciudad catalana su potente ecosistema portuario. La compañía ya ha fabricado en Barcelona el primer sumergible construido en España, el Aurelia, con capacidad para descender hasta unos dos kilómetros bajo el mar.
Fuertes presiones a 4.000 metros de profundidad
Precisamente la resistencia a la presión es el valor clave de este tipo de sumergibles privados, lo que permite avanzar metros en dirección al fondo marino. Para hacerse una idea de lo que supone la hazaña, descender hasta los restos del Titanic supone doblar esa capacidad ya que estos están situados a unos 4.000 metros de profundidad en el Atlántico Norte.
Territorio pegado al mar, Euskadi dispone de una red de empresas altamente cualificadas en el diseño y fabricación de tecnología para todo tipo de plataformas offshore, un negocio en el que hoy en día destaca la pujante eólica marina.
Uno de los nombres propios en ese sector es Euskalforging, una compañía de mediano tamaño con sede en Irura e instalaciones en expansión en Sestao, cerca de los viejos terrenos de La Naval (también tiene planta en Mungia), dedicada a la fabricación de anillos y otras piezas de grandes dimensiones para este tipo de estructuras marinas.
Se trata de una compañía cultivada con capital vasco que hace un par de años pasaba a manos de la italiana Siderforgerossi, del fondo estadounidense KPS. La operación se anunció como palanca clave para continuar con la expansión de la mano de un amplio abanico de proyectos entre los que destacan parques eólicos offshore en Europa y EEUU como East Anglia Three o Empire Wind 1.
Puerta de entrada al Triton
Y ese nexo con Estados Unidos se concreta además en otro pedido llamativo, no tan voluminoso como puede ser un parque offshore, pero sin duda relevante a nivel de imagen y prestigio para la compañía de Irura.
La firma guipuzcoana confirma a este medio que recientemente se ha cosechado ese primer trabajo para la firma de submarinos privados Triton Submarines, si bien el acuerdo está sujeto a acuerdos de máxima confidencialidad, por lo que hay pocos detalles que se puedan hacer públicos por ahora.
Se trata de la construcción de dos anillos de grandes dimensiones dotados de una resistencia especial para permitir a los submarinos soportar esas enormes presiones bajo el mar. El plazo de ejecución de este primer contrato es de unos 6 meses.
Triton dispone de una amplia gama de submarinos con distintas capacidades, desde los más sencillos para la inmersión de turistas hasta el Triton 4000/2 Abyssal Explorer, el que según la compañía será capaz de visitar el Titanic.