Las ‘vacaciones’ por Navidad se adelantan en la planta vasca de Mercedes. Este jueves la mayor fábrica de Euskadi bajará la persiana hasta el próximo 13 de enero bajo la sombra de una crisis de la automoción que ha azotado Europa con epicentro en Alemania, principal mercado de la factoría de Vitoria.
Este sector ha sido uno de los más perjudicados por la debilidad de la economía europea, debido en gran parte a su dependencia a mercados exteriores y, por tanto, al auge del automóvil asiático. Y las cifras así lo demuestran. La automoción vasca ha sido este año la segunda más afectada a nivel nacional con una caída de las exportaciones del 14,75% hasta septiembre (5.200 millones de euros, 900 millones menos que en 2023).
Números muy diferentes a los presentados en comunidades con características similares a la vasca -con instalaciones productivas de gran tamaño-, como Navarra, cuyas exportaciones crecieron un 11% o Galicia, con un aumento del 6%.
2024, un año marcado por los paros
Así, resulta imposible hablar de la crisis de la automoción vasca sin hablar de Mercedes -cuya planta da empleo a más de 5.000 trabajadores- que cerraba 2023 con un nivel de producción algo por debajo de lo habitual y una previsión de producción de 140.000 furgonetas para 2024 —unas 13.000 unidades menos que en 2023—. Síntomas que dejaban prever cómo iba a comportarse 2024.
Ya en febrero la dirección de la planta -con Bernd Krottmayer a la cabeza- comunicaba a su plantilla la desactivación de turnos ante la falta de pedidos, todo ello bajo la sombra de un ERE que tanto Mercedes como los trabajadores intentaron evitar a toda costa.
Desde ese momento, la desactivación de turnos a cargo de la bolsa de flexibilidad no dejó de sucederse; dejando como resultado que todas las esperanzas se depositasen en las nuevas Vito, modelos que, en un principio, iban a permitir al grupo automovilístico alemán contar con márgenes para compensar los problemas de la inflación.
2025, un año clave
Con esta dinámica y sin mayores cambios, hace unas semanas se comunicaba a la plantilla que, tras meses de negociación entre comité de empresa -con una mayoría de ELA- y la cúpula de Krottmayer sobre un calendario laboral para 2025 que se ajustase a los niveles de producción actuales, el acuerdo no había sido posible por lo que el calendario que se llevará a cabo este próximo año parte de una decisión unilateral, la de la dirección.
Así, la producción de este año arrancará el próximo 13 de enero… La novedad: desde el 3 de marzo de 2025 se pasará a trabajar en dos turnos, eliminando el de noche que estaba en marcha desde octubre de 2016.
Además, la dirección de la planta de Avenida de los Huetos anunciaba un recorte en las previsiones, que marcaban que en 2025 se producirían 124.634 furgonetas, el número más bajo de los últimos años. Sin duda, un panorama insólito que refleja la crisis del sector por la que todo Europa -a mayor o menor medida- está atravesando.