M. A. Lertxundi
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Veinticuatro días después, tras el largo parón navideño, la principal fábrica de Euskadi reabre sus puertas. Este lunes la plantilla de Mercedes Vitoria vuelve al trabajo condicionada por la crisis casi eterna de la automoción. El mercado alemán es clave como motor de esta industria, pero es palmario que sigue calado. 

Este diario ya explicó antes del frenazo navideño que la planta de Mercedes en la capital vasca empieza 2025 con la vista puesta en Alemania. Todos en la fábrica dirigida por el alemán Bernd Krottmayer saben que las previsiones no son las más halagüeñas.

Baja producción

La propia dirección la planta de Avenida de los Huetos anunció tiempo atrás un recorte en las previsiones, que marcaban que en 2025 se producirían 124.634 furgonetas, el número más bajo de los últimos años

No puede olvidarse que en 2024 la automoción vasca fue la segunda más afectada a nivel nacional con una caída de las exportaciones del 14,75% hasta septiembre (5.200 millones de euros, 900 millones menos que en 2023). 

La parte más 'positiva' de cara al futuro es que durante este año van a seguir las obras de ampliación, con una inversión de más de mil millones de euros, para producir las nuevas furgonetas eléctricas basadas en la plataforma VAN.EA, que se espera salgan al mercado en el 2026.

Datos de la matriz

Los datos del fabricante alemán no son tan boyantes como antaño. La pasada semana trascendía que en total, considerando turismos y furgonetas, Mercedes-Benz Group vendió el año pasado 2,38 millones de unidades, un 4% menos que en el mismo período del año anterior, debido, sobre todo a un entorno de "mercado global desafiante", según el fabricante.

Además, anotaba una caída del 22% interanual en la venta de todos sus vehículos eléctricos, comercializando el año pasado 204.600 unidades.

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