La crisis de la industria se agudiza en Europa, dejando mes tras mes datos negativos en general y en Euskadi en particular.
Que la industria vasca, con el sector automovilístico como uno de sus ejes centrales y con Alemania como cliente -exportador e importador-, se está resintiendo ante el ‘resfriado’ europeo es una realidad que se comprende de mejor manera si se echa un vistazo a los preocupantes datos que está dejando el comercio exterior en Euskadi.
El Gobierno vasco ya ha reducido en una décima la previsión de crecimiento de la economía de Euskadi para este año, situando el crecimiento del Producto Interior Bruto del territorio para el 2025, en un 2% frente al 2,1% que marcaba la previsión del pasado octubre.
Una estimación ‘esperanzadora’, teniendo en cuenta la compleja situación que desde comienzos de años reportan algunas compañías vascas o con sede en Euskadi, que podría empeorar una vez que se añadan los datos del previsible bajón de producción el último mes de 2024 y el primero de 2025 de grandes empresas -y sus proveedores-, como Mercedes, cerrada desde el 19 de diciembre al 13 de marzo; que estaría basada en los buenos datos que, al contrario que en la Industria, cosecha el sector servicios.
Las exportaciones en automoción caen
Y es que Mercedes es precisamente el mejor ejemplo de cómo está afectando esta crisis europea, no sólo por el tamaño y repercusión de la planta en la economía vasca, también porque todo el bloqueo y ralentización que se experimenta en Alemania, impacta de lleno en Euskadi.
Pese a que en la fábrica no se han registrado los malos datos que el 2021 dejó -cuando en todo el año se exportó por valor de 3.500 millones de euros- y que este mismo lunes la dirección anunciaba al comité de empresa su intención de activar la producción los tres turnos los próximos viernes 7, 14 y 21 de febrero -gesto que la plantilla traduce como positivo-, 2024 sí que ha roto la tendencia positiva y ascendente que Mercedes Vitoria había conseguido.
Y es que, de enero a noviembre del año pasado se exportó desde la fábrica alavesa por valor de 3.870 millones de euros frente a los más de 4.750 millones de euros que se exportaron durante el mismo periodo del año anterior.
Situación similar, aunque menos pronunciada, es la que están experimentando los fabricantes de neumáticos en Euskadi, que suman de enero a noviembre de 2024, 965 millones de euros y una caída del 33% de las ventas al comercio exterior respecto a 2023; o los fabricantes de piezas para vehículos, proveedores de grandes compañías, que suman más de 2.150 millones de euros y un descenso superior al 16% en ventas al exterior.
El tercer sector tira de la economía vasca
Con estas cifras en el principal sector vasco resulta complicado entender el desarrollo lineal de la economía vasca que, tal y como apuntó el vicelehendakari Torres, por el momento en 2025 experimentará un crecimiento del 2%, "bastante por encima de la media de la zona euro".
Una previsión que se sustenta con el buen momento que está experimentando el tercer sector vasco, en especial el turismo. Y es que esta actividad, al contrario que la industria, ha experimentado un crecimiento notable en los 11 primeros meses del año.
En concreto, tal y como ha señalado el consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado, el turismo creció en Euskadi un 4% hasta noviembre -en los meses de verano el incremento fue solo del 1,4% y en el resto del año del 5,4%, siendo los turistas internacionales lo más interesados por conocer Euskadi -el turismo internacional creció un 7%, frente al 0,7% que creció el nacional-.