![Imagen de productos Tubacex, con sede en Llodio](https://a1.elespanol.com/cronicavasca/2025/02/05/empresas/921917810_14069636_1024x576.jpg)
Imagen de productos Tubacex, con sede en Llodio
Tubacex negocia ya con la plantilla la renovación del convenio en un momento clave para su futuro
Está previsto que los sindicatos que forman parte del comité de empresa marquen sus demandas este jueves
La venta de acero vasco a EEUU ha caído un 40% tras el récord de 2022 por el 'efecto Biden'
Dirección y comité de Tubacex afrontan este jueves la segunda reunión para la negociación de renovación del convenio; un encuentro marcado por el contexto volátil que el tejido industrial vasco está experimentando, por los aranceles que Trump ha anunciado al sector de los tubos y por la congelación salarial vigente desde 2021.
Y es que este será el punto principal a tratar durante una negociación en la que está prevista que se marquen las demandas o peticiones de ambas partes a partir de esta semana.
En 2021, tras más de 230 días de huelga por parte de la plantilla se firmó un nuevo convenio -con la intermediación del Gobierno vasco- que, debido a la complicada situación por la que atravesaba el fabricante de tubos vasco por aquel entonces, recogía entre otras cosas la congelación del salario con el fin de evitar un ERTE.
Herramienta que estuvo sobre la mesa durante aquellos meses, y que finalmente se descartó después de que el comité de empresa acordará con la dirección, además de dicho movimiento con vigencia hasta 2025, bajas voluntarias, prejubilaciones, la reducción de una serie de partidas de gastos de personal y el incremento de la jornada laboral.
![Jesús Esmorís, CEO de Tubacex](https://a1.elespanol.com/cronicavasca/2024/10/17/bateria/necesita-conectarse/894170669_13596913_1024x576.jpg)
Jesús Esmorís, CEO de Tubacex
Auge de LAB
Precisamente ese acuerdo, en concreto la congelación salarial marcó un punto de inflexión entre los diferentes sindicatos. Y es que, aunque ELA sigue posicionada como primera fuerza sindical, tras las movilizaciones y la firma del convenio en 2021, fueron los sindicatos que se oponían a este acuerdo, LAB y la plataforma independiente de trabajadores STAT, los que crecieron exponencialmente.
En concreto, LAB triplicó su representación, sumando en estos momentos 8 delegados de los 31. Por su parte, STAT alcanzó los nueve delegados. Por lo que entre los dos sindicatos que rechazaron dicha propuesta de acuerdo intermediada por Gobierno vasco suman 17 delegados, es decir, la mayoría.
“En aquel entonces LAB no firmó el convenio porque entendíamos que podíamos haber empujado un poco más en esas movilizaciones y que con mayor presión social podíamos haber evitado algunos aspectos que se llegaron a acordar que desde nuestro punto de vista no son beneficiosos para la plantilla y la empresa podía haber asumido”, explicaba la secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, en su reciente entrevista para Crónica Vasca.
También aseguraba que de cara a esta nueva negociación el objetivo de este sindicato es “recuperar de alguna manera lo que se dejó en aquel convenio, recuperar el poder adquisitivo y también mejorar otras cuestiones sociales”.
Misma línea que la que seguirán desde ELA, desde donde también indican que “históricamente las negociaciones han sido largas, ya que el convenio es bastante amplio”, aunque abordan esta nueva negociación con ganas de lograr ese aumento del salario.
![Imagen del conflicto en Tubacex en 2021](https://a1.elespanol.com/cronicavasca/2025/02/12/empresas/923667773_14108562_1024x576.jpg)
Imagen del conflicto en Tubacex en 2021
Contexto global marcado por la incertidumbre
Un aumento del salario que se daría en el marco de un contexto global industrial marcado por la incertidumbre y por el encarecimiento de la vida producido estos años, más del 10% si se suman los IPC entre 2022 y 2024.
Además de los aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio anunciados por Trump. Sanciones que Tubacex estima que “no afectarán de la misma manera que a otros fabricantes de productos similares, gracias a la presencia de la compañía en EE.UU. Y es que tiene en EEUU siete plantas productivas fabricando productos premium para los sectores de energía y aeroespacial.
Un momento incierto que la firma vasca está logrando contener gracias, entre otros factores, al acuerdo con el fondo soberano Mubadala para obtener músculo económico para acometer inversiones -entre ellas la nueva planta de Abu Dabi desde la que se dará salida al macrocontrato con Adnoc que, en las primeras fases de producción, tira de la carga de trabajo de Álava-; o a nuevos pedidos en su mercado central, el oil&gas y su posicionamiento en descarbonización.
Además, la semana pasada la compañía se hacía con un nuevo contrato por 40 millones de euros con Petrogas para el suministro en Brasil de materiales premium que serán utilizados para la extracción de gas.
Así, los diferentes sindicatos que conforman el comité de empresa de Tubacex trabajan ya en su hoja de ruta para esta negociación, conscientes del contexto de incertidumbre global actual pero convencidos de un aumento salarial “necesario”.