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El comité de empresa de Bridgestone ha sido citado el próximo jueves a una reunión con la dirección ante el desplome de ventas que sus plantas están sufriendo en los últimos meses. Cita que la plantilla lleva pidiendo meses, además de “transparencia” a solo 26 días de que expire el ERTE activado por la multinacional en sus dos instalaciones vascas.

 

No es ninguna novedad, la competencia china y la crisis industrial que azota el continente europeo están dejando consecuencias directas en multitud de compañías vascas o con sede en el territorio, en especial en las dedicadas a la automoción, como es el caso de Bridgestone.

Secuelas que obligaron a la cúpula del fabricante de neumáticos a activar un ERTE a finales de 2023, herramienta que, dada la caída de pedidos y la escasa posibilidad de una pronta recuperación, finalmente fue extendido hasta finales de 2024. Finalmente, con pocos avances en la situación y ante la imposibilidad de prorrogar el ERTE de nuevo, tuvo que ser aprobado un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo.

El 31 de marzo expira esta medida y se agotan así las posibilidades de que esta pueda ser nuevamente activada. Por eso, dirección y sindicatos buscarán este jueves una solución que ajuste la producción al nivel de pedidos y venta actual.

Neumático de Bridgestone Bridgestone

Caída de ventas del 58%

Y es que este ha sufrido un desplome de ventas en el último año, en especial en sus plantas vascas, todavía peor de lo que se esperaba a comienzos de 2024.

En concreto, los neumáticos que han salido de las plantas bizkainas han pasado de las 183.152 toneladas en 2023 a las 77.633 toneladas y de los 841.144.000 euros en 2023 a los 351.088.000 euros el año pasado, es decir, en un año se ha experimentado una caída del 58%. Cifra que dejó como resultado el peor dato exportador para las plantas vascas de Basauri desde 2005.

Aunque este desplome de las exportaciones ha sido especialmente notorio en las plantas vascas, la caída ha sido generalizada en todo el grupo japonés. Y es que este obtuvo en 2024 un beneficio de 1.792,02 millones de euros, un 12,8% menos que los 2.055,51 millones de euros que consiguió el año anterior

Además, las previsiones del gigante asiático cara a este año no van a mejor; y es que este espera una caída del 32% interanual en su beneficio neto, hasta los 253.000 millones de yenes. Previsión que dejará consecuencias directas en las plantas que la multinacional tiene en Euskadi.