La plantilla de Tubacex demanda una subida salarial vinculada al IPC para renovar el convenio

La plantilla de Tubacex demanda una subida salarial vinculada al IPC para renovar el convenio Tubacex

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La plantilla de Tubacex pide "recompensar" en el convenio el 20% perdido por la inflación

La plantilla del fabricante de tubos alavés lleva con el salario congelado desde 2021, cuando se firmó el acuerdo de fin de huelga

Tubacex negocia ya con la plantilla la renovación del convenio en un momento clave para su futuro

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Avanza la negociación del convenio de la plantilla de Tubacex con numerosas diferencias entre dirección y parte sindical. Una negociación que se dibuja complicada después de la firma del último acuerdo -que incluía la congelación salarial- hace cuatro años, la exigencias sindicales dispuestas a recuperar las condiciones laborales anteriores y la postura de la compañía alavesa, situada "en la misma línea que hace cuatro años". 

Todo ello con la sombra de unos resultados -recién presentados- nada positivos para el grupo, que en 2024 experimentó una caída del 10% en sus ventas y del 37% en su beneficio, con 22,9 millones de euros, respecto a 2023, un año récord para la firma. 

Ahora sindicatos y dirección, capitaneada por Jesús Esmorís, negocian la renovación del convenio bajo un clima de incertidumbre dados los resultados y la esperanza de que, dadas las inversiones hechas por el grupo, estos mejoren este mismo año; el contexto volátil global, afectado por la crisis industrial y la política proteccionista de Trump; y la reminiscencia de la complicada negociación del convenio en 2021

Las demandas de los sindicatos

Ese año, tras más de 230 días de huelga por parte de la plantilla se firmó un nuevo convenio -con la intermediación del Gobierno vasco- que, debido a la complicada situación por la que atravesaba el fabricante de tubos vasco por aquel entonces, recogía entre otras cosas la congelación del salario con el fin de evitar un ERTE. 

Y es en este punto donde los sindicatos van a hacer mayor hincapié: en recuperar el poder adquisitivo perdido desde hace cuatro años, habiendo subido el IPC en Euskadi un 19,9% desde enero de 2021. 

Tal y como han detallado fuentes del comité de empresa, “con la aceptación de ese acuerdo se pedía a la plantilla un esfuerzo para que las plantas de aquí, y con ello todo el grupo, fuesen competitivas y atractivas”. Un propósito, que, “una vez conseguido”, ahora gira hacia “pedir la recompensa”. 

Así, además de la actualización del poder adquisitivo y las correspondientes subidas del IPC, la parte sindical pide, entre otras cosas, una reducción de la jornada laboral, mejora de la conciliación o un aumento de la aportación a la EPSV. Ya que tras la finalización del acuerdo fin de huelga volvemos a las condiciones del convenio anterior en cuanto a la aportación de la EPSV -4%- y la jornada individual -1656 horas-, que habían sido modificadas provisionalmente.

Interior de la planta de Tubacex / Tubacex

Interior de la planta de Tubacex / Tubacex

Diferencias con la dirección

Unas demandas que parecen distar con la voluntad de la dirección, según apuntan desde el comité, “la dirección quiere todo lo contrario a lo que nosotros queremos”. 

También indican que, a diferencia de lo que pasó en la fase final de la negociación del antiguo convenio -siendo este firmado por parte del comité y rechazado por otra parte-, esta vez todas las centrales sindicales seguirían la misma línea, “ningún sindicato se va a contradecir en reducir la jornada laboral, aumentar los salarios o mejorar las condiciones de los trabajadores”.

Y es que todos coinciden en que el fabricante de tubos alavés es completamente capaz de afrontar estas demandas, “dada la situación boyante de la compañía”. 

Jesús Esmorís, CEO de Tubacex

Jesús Esmorís, CEO de Tubacex Europa Press

Caída del 37%

Aunque lo cierto es que la semana pasada esta presentaba los resultados correspondientes al ejercicio 2024, que reflejaban que, las inversiones que la empresa ha estado haciendo este año, sumadas al contexto volátil, habían provocado un descenso tanto de las ventas como del beneficio. Eso sí, a esperas de que dichas inversiones dieran sus frutos los próximos años y revirtieran la situación. 

Así, Tubacex cerró 2024 con unas ventas consolidadas de 767,5 millones de euros, una reducción coyuntural del 10% en comparación con el ejercicio pasado, y una caída del beneficio del 37%, con 22,9 millones de euros. 

Un resultado que si bien era esperado dadas las cifras 'históricas' que se alcanzaron en 2023, año en el que las empresas del sector del acero vascas experimentaron un crecimiento exponencial y se situaron como las compañías con una mayor subida en Bolsa; ha lastrado la tendencia positiva de la compañía.