
Pradales con Carlos Palacio Oriol, el presidente de Talgo
Talgo presiona a Renfe para suavizar la multa y allanar la entrada de Jainaga
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Talgo ha pedido por carta a Renfe una suavización de la multa de más de 100 millones de euros impuesta por el operador ferroviario por retrasos en las entregas. En la misiva, el presidente del fabricante de trenes, Carlos Palacio Oriol, expone que sin una flexibilización de esa sanción la viabilidad de la compañía puede estar en riesgo.
La reclamación a la empresa dependiente del Estado se produce en plena incertidumbre sobre el desembarco final del consorcio vasco encabezado por José Antonio Jainaga, dueño de Sidenor, junto a Vital, BBK y Gobierno vasco.
Tras el anuncio del preacuerdo hace ya más de dos meses, han concluido los plazos fijados en un principio por las partes para cerrar los últimos flecos y la sensación es que hubo una clara precipitación a la hora de anunciar aquella compraventa por el 30% de la compañía, que estaba mucho más verde de lo que se preveía.
Y uno de los grandes obstáculos para la entrada de Jainaga como máximo gestor es esa multa millonaria de Renfe, que situó el resultado de la compañía en negativo en el ejercicio 2024 y, como advierte su presidente, amenaza la propia viabilidad de las cuentas.

Jainaga con el ministro Carlos Cuerpo
Desencadenar movimientos
En un contexto de delicada situación industrial y financiera de la compañía, su presidente advierte a Renfe de que si no hay una mejora de las condiciones para el pago de la multa podría no haber acuerdo con la banca para seguir adelante.
Y ese mensaje, enviado al operador ferroviario estatal y, por tanto, el propio Gobierno central, es un arma poderosa en manos del actual presidente de Talgo, una firma estratégica y de máximo interés político, tal y como ha reconocido el Ejecutivo de Sánchez.
La cuestión ahora es si esta medida de presión surtirá efecto y si servirá para mover la posición de Renfe y del Gobierno, que por su parte está limitado por la vigilancia europea, y si desencadenará una serie de movimientos que permitan al fin la fumata blanca para la entrada del consorcio vasco en ese 30% en manos de Trilantic.
Fuentes del mercado ya advertían a este medio esta semana de las complicaciones derivadas de la operación ante la progresiva pérdida de valor de la compañía en Bolsa.