Tras un inicio de año en el que todo parecía indicar una recuperación de producción y pedidos, la alavesa Tubos Reunidos anunciaba hace apenas una semana un ERTE que afectaría a la mayoría de la plantilla en los próximos meses.
Este martes, en la primera reunión entre dirección y parte sindical en el marco de la negociación del ERTE, la dirección ha planteado que este se aplique desde el próximo 1 de septiembre hasta el 28 de febrero de 2026.
Seis meses en los que la planta de Amurrio trabajará bajo mínimos debido, como ya viene avisando, a la crisis en el mercado de tubos sin soldadura, que está afectando gravemente a la actividad de la empresa.
Crisis que, si bien ya se había dejado notar en el sector -provocando la activación de múltiples ERTEs los dos años anteriores en la planta alavesa-, se habría visto agudizada por los aranceles impuestos por el nuevo Gobierno de Donald Trump.
Este nuevo ERTE afectará a 848 trabajadores de los 959 que forman parte de la fábrica vasca de tubos, quedando de esta manera excluidos 111 empleados -67 de ellos eventuales-.
A todos ellos, se les aplicará una suspensión de contrato de hasta el 60%, dentro de las 208 jornadas anuales pactadas en el Convenio Colectivo. Esto supone un máximo de 72 jornadas laborales suspendidas por persona trabajadora afectada.