Desde que se implementara el pasado 3 de marzo, la novena hora en la planta de Mercedes Vitoria ha sido objeto de críticas por la mayoría sindical. Justificada por una adaptación a los pedidos de aquel entonces -en ese momento en un descenso motivado por el aumento de competidores y la crisis industrial europea-, esta no solo ha supuesto el aumento de una hora en cada franja de trabajo, también la supresión del turno de noche.
Esta medida ha provocado, prácticamente desde que se implementó, el rechazo de gran parte de la plantilla, crítica que se ha materializado con la convocatoria de un par movilizaciones y la recolección de más de 1.900 firmas en contra de esta medida; y que ahora se intensifica dados los buenos resultados que la planta está obteniendo este 2025.
Según apuntan fuentes del comité, pese a que un principio se anunció como una iniciativa temporal, esta se incluye en los planes de la dirección al menos hasta comienzos del año que viene, 2026. Pasados los primeros meses del año y establecido el calendario de producción para ese año, se abordará de nuevo esta medida, explican. Noticia que, por otro lado, no sorprende, ya que el director de la factoría dejó clara su postura hace apenas una semana.
En la primera edición de BaM Vision Tech, Bern Krottmayer abordaba el tema de la flexibilidad laboral y reafirmaba su posición asegurando que esta es la única fórmula para hacer frente a este proceso de transición al que se enfrenta la fábrica en particular y el tejido empresarial vasco en general. "Entiendo que a nadie le gusta trabajar una hora más o un sábado, pero si no trabajamos en dos turnos de nueve horas, no invirtiendo en el futuro. Los primeros años de adaptación serán los más difíciles, luego la gente se adaptará", insistía en aquel momento.
Concentración en contra de la contratación de temporales
El rechazo a esta medida coincide con la crítica, por parte del comité, a la contratación de trabajadores temporales directamente por Mercedes. Algo, denuncian, "nunca hecho hasta ahora y que supone la precarización de la planta".
"La empresa ha decidido comenzar a hacer contratos por ETT. Para un día, dos, o un año, para cuando necesite, en palabras de la empresa. Trabajadores de usar y tirar, siempre a merced de lo que pida la bestia. Lo cual nos lleva a tener, dentro del mismo centro de trabajo, y trabajando codo con codo, plantilla de primera, y de segunda (o tercera). Más flexibilidad en la contratación, es sinónimo de más precariedad", denuncian desde el comité.
Aseguran que "la contratación por ETT es sinónimo de merma en los derechos que el resto de la plantilla tenemos y que también tiene un trasfondo de práctica antisindical, pues este colectivo no se puede organizar, ni elegir a representantes dentro de la empresa"; y por ello piden mayor implicación a las instituciones. "Hace falta un control público para que, aquellas empresas que reciben dinero y ayudas públicas tengan que respetar unos mínimos en cuanto a condiciones de trabajo y empleo", exigen.
Interior de la planta de Mercedes Vitoria
Aumento del 20%
Lo cierto es que la situación que atraviesa la planta alavesa dista mucho de la que Mercedes atravesaba hace justo un año, especialmente tocada por una caída de pedidos motivada por la crisis industrial europea. Así, las ventas al exterior de la planta han aumentado en un año alrededor del 23%, pasando de los más de 2.298 millones que salieron de la factoría entre enero y julio de 2024 a los 2.839 que lo hicieron en el mismo tiempo de este año, según los últimos registros.
Un aumento de las ventas que han posicionado a la planta vasca como la mayor responsable del aumento del total de exportaciones vascas.
En concreto, los turismos de menos de 10 personas representan la mayor partida arancelaria, registrando 310,2 millones exportados, lo que supone un incremento interanual de 85,2 millones -o un 37,9%-. Además, la partida de vehículos automóviles para el transporte de mercancías se ha cuantificado en 170,5 millones, con un aumento de 38,7 millones y un crecimiento relativo del 29,3%)
