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Hace poco menos de dos años, el Basque Automotive Manufacturing Center, conocido popularmente como el BAM, abría sus puertas de la mano de Mariluz Villamor. Lo hacía con un objetivo claro: posicionarse como un centro puntero en innovación del sector de la automoción, pero también con la voluntad de servir de punto de conexión entre los diferentes agentes que participan en la producción del sector. 

Empresas -por el momento Mercedes-Benz, Gestamp y Mondragón-, instituciones -Gobierno vasco y Diputación de Álava- y centros de educación -la Universidad de Mondragón- impulsan este centro que suma ya 22 personas en el equipo orientadas, explica Villamor, directora del centro, a buscar soluciones punteras para el sector. 

¿Qué balance hace de estos primeros meses?

Muy positivo. En enero del 2024 arranqué yo sola y a día de hoy estamos ya 22 personas trabajando en las cuatro áreas estratégicas de la asociación. Hemos conseguido, además, muy buen avance en el edificio BAM que está ubicado a 700 metros de Mercedes-Benz y también hemos sido capaces de lanzar nuestro primer evento que ha permitido intercambiar conocimientos sobre temas de actualidad en la transición de las empresas vascas hacia la industria 4.0 y a la 5.0. Después de solo año y medio de estar rodando, creo que hay muchos avances.

¿Cuatro líneas estratégicas?

La primera, los activos tecnológicos. En 2024 y 2025 hemos realizado una compra de activos tecnológicos de vanguardia, financiada parcialmente por Gobierno vasco, en la que los socios fundadores han decidido en qué van a innovar y qué tecnologías van a testear. Celdas robotizadas, híbridas, brains que controlan la flota de AGV, sistemas de virtualización que nos permiten generar gemelos digitales… Activos que van a estar en el edificio para que se puedan utilizar por el entorno vasco.

El segundo pilar son los grupos de trabajo que realizan proyectos de colaboración en investigación. Ideas que permiten aplicar una nueva tecnología a otro entorno, testearlo y mejorar la eficiencia de los socios fundadores. En ellos, suele haber dos o tres socios participando, además de otros partners externos como Vicomtech o Tecnalia, que tienen un cierto conocimiento. 

Mariluz Villamor, directora del Basque Automotive Manufacturing Center Araba Press

Actualmente, en esta área, ¿cuál es el proyecto estrella del BAM?

Tenemos varios. Uno de ellos, por ejemplo, es la investigación sobre cómo automatizar el aseguramiento de la calidad superficial en un vehículo, para lo que estamos integrando varias tecnologías como la visión artificial para captar el acabado a través de un túnel, que detectaría los defectos, la posición de estos y, con un algoritmo, generaría unos patrones que establecerían si ese defecto debe o no ser retrabajado. Pasa a la siguiente estación y el robot te lo repara en automático. Y en la última estación el robot controla que esa reparación es buena. 

Y este proyecto, ¿qué supone?

Este es uno de los proyectos más importantes porque nos permite robotizar todo ese proceso que, si no, implicaría mucha participación de los propios operarios. Además, siempre hay un porcentaje de fallos, en torno a un 4% de fallos del vehículo, que no ven. Con lo cual, dos efectos: mejora la calidad del vehículo final por la automatización del proceso y también mejora de la eficiencia.

Se necesita conectar más el conocimiento a la aplicación práctica porque lamentablemente a veces en las universidades no se dispone de la última tecnología

Esta tecnología también afectará al tiempo de producción, ¿no?

No, el tiempo al final es el mismo, de esta manera lo que haces es dividir las tareas dentro de los tactos. De la otra manera, pondrías X personas a un lado y al otro de la carrocería que irían mirando visualmente y anotando en un tamagochi los fallos. Todo eso te lo ahorras. A lo que afecta principalmente es a la mejora de la calidad y a tener el proceso 24/7 controlado. 

Por lo tanto, vamos, como se lleva tiempo advirtiendo, hacia una industria mucho más robotizada y mucho menos personal…

El factor humano sigue siendo relevante porque en todos esos procesos para instalarlo, primero tienes que probarlos y ahí vas a necesitar ese conocimiento. Lo que se va a aumentar es el grado de expertise que se requiere a las personas, o sea, las personas van a tener que ser capaces de gestionar, controlar y entender qué hay detrás de esos algoritmos, también verificar que lo que está saliendo es correcto, pero va a ser otro rol. Hay que cambiar la mentalidad y no tener miedo a la robotización. Lo único que hacemos es un trabajo diferente, por lo que a los técnicos e ingenieros los vamos a preparar de una manera diferente para hacer ese papel nuevo. 

Mariluz Villamor, directora del Basque Automotive Manufacturing Center Araba Press

“Preparar de manera diferente” a estos nuevos técnicos e ingenieros... ¿Están realmente los jóvenes vascos preparados para ese cambio?

Tenemos muy buenas universidades en el País Vasco. De hecho, hay mucha captación de talento por empresas extranjeras, pero se necesita conectar más el conocimiento a la aplicación práctica, porque lamentablemente a veces en las universidades no se dispone de la última tecnología. Tienen tecnología, pero quizás no la última de vanguardia. Aquí la rapidez también es muy importante, el conocimiento tiene que adaptarse rápidamente a la evolución de la aplicación de ese conocimiento, para eso nosotros, a través de la BAM Academy, estamos diseñando másteres que nos permitan hacer ese puente entre la universidad y la industria, influidos por los agentes de este sector.

Este sería la tercer área estratégica del BAM. Actualmente, ¿cuál es la oferta que están preparando?

Sí, nosotros de momento estamos preparando dos tipos de máster. El primero centrado en tecnologías avanzadas de fabricación, que este sí que va a requerir de mucha formación dual, por lo tanto, que estemos ya con el edificio en marcha, que eso será el año que viene, y además que tengamos un diseño óptimo. El segundo máster que estamos ahora preparando es en ciberseguridad aplicada a la automoción. Y ahí vemos grandes retos de cara a tener perfiles universitarios que tras el máster son capaces de incorporarse a una empresa como Mercedes o Gestamp, u otros socios que tengamos en el futuro, y estar desde el minuto uno sabiendo lo que tienen que hacer en las líneas o en los puestos de responsabilidad que tengan.