Vidrala ha anunciado un beneficio neto hasta septiembre de algo más de 165 millones de euros, lo que supone un descenso en el resultado del 29% frente a los más de 230 millones del mismo periodo del año pasado.
En todo caso, el fabricante de botellas de vidrio señala que el descenso sería del 2,4% si se ajusta la cifra de 2024, en línea también con una línea sostenida de la facturación, que baja un 5% en los nueve primeros meses del año (1.124 millones de euros).
La cotizada alavesa, con sede en Llodio, destaca que la evolución está en el marco de las previsiones trazadas para el ejercicio, y que estos números aseguran que se cumplirán los principales objetivos, todo ello en un contexto de cierta debilidad de la demanda.
Así, Vidrala prevé cerrar el año con un ebitda en el entorno de 450 millones de euros con una generación de caja de 200 millones, todo ello en un proceso de ajuste del coste y diversificiación de mercados.
Sede de Vidrala, en Llodio.
Expansión en Brasil
Vidrala adquirió en ese sentido definitivamente al cierre de 2023 la brasileña Vidroporto, que asegura una posición clave en un mercado en expansión, y a la vez hizo caja con la venta de sus instalaciones en Italia.
La firma de los Delclaux apunta además en este balance que ha reducido la deuda financiera neta hasta los 150,3 millones de euros, lo que equivale a 0,3 veces el ebitda del año.
"La sólida generación de caja pone de manifiesto la capacidad del grupo para impulsar inversiones, reforzar la competitividad y mantener un robusto perfil financiero", indica la compañía.