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La Navidad es una fecha preciosa en la que los familiares y seres queridos se reúnen alrededor de una mesa para compartir los mejores momentos. Un momento del año en el que cada detalle, en las cenas y en las comidas, cobran mucha importancia. Las familias sacan sus mayores habilidades para crear unas piezas culinarias únicas y sorprendentes. Un mimo que se puede apreciar en cada elaboración. 

Sin embargo, es una época del año en la que tantas comidas y cenas acaban teniendo algún que otro efecto negativo, pues son ocasiones de abundancia, en las que los platos rebosantes de sabores y diferentes texturas pueden dejar una sensación de pesadez en nuestros cuerpos

Otro efecto negativo es que muchas veces una no sabe ni qué plato preparar. A medida que se acerca la fecha, nuestras cabezas se llenan de ideas que compiten entre sí. Una no sabe si decantarse por una elaboración innovadora o una más sencilla. Algunos simplemente prefieren escoger los platos de años anteriores o que no requieran mucho trabajo. Hoy te ofrecemos una receta perfecta para cuando no sepas qué hacer y no tengas apenas tiempo

Bombones salados, la receta de Navidad rápida

Estos son los bombones salados de jamón de pato, una receta que demuestra que a veces lo sencillo también se gana el corazón de los comensales. La web gastronómica de Directo al paladar en su artículo Bombones salados de jamón y queso: receta de Navidad expone que para su elaboración se necesitan 100 gramos de lonchas de jamón de pato muy finas, medio mango, 100 gramos de queso de cabra y 30 gramos de nueces picadas

Primero tenemos que forrar una cubitera de hielo o unos moldes de silicona con el jamón de pato. Es importante que este sobresalga para que se pueda tapar bien, al final, el relleno. Acto seguido, cogemos un bol, añadimos el queso de cabra y las nueces picadas, así como el mango cortado a trozos. Salamos un poco. 

Por último, rellenamos los moldes y apretamos bien para que los moldes queden rellenos. Tapamos los huecos con el jamón que sobresale y congelamos todo media hora para que tengan buena forma. Ya tendremos lista una maravillosa receta que no dejará a nadie indiferente. 

Un pintxo vasco muy fácil

Otro aperitivo muy sencillo que no puede faltar en las mesas de los vascos es la famosa y querida Gilda. Una creación nacida en la calle Los Reyes Católicos número 10 de Donostia, en el bar Casa Valles, en la década de los 40. Un local que comenzó con la venta de vinos en el mismo lugar en el que se encuentra hoy, tal y como destacan en su web. Solo lleva tres ingredientes: aceituna, anchoa y piparra. Estos bastan para enamorar a todos.  

El nombre lo recibió por los parecidos que encontraron entre el sabor y la película Gilda (1946), que es "verde, salada y un poco picante". Hoy día es un pintxo muy popular en las barras de la gran mayoría de los bares vascos e incluso hay empresas, como la Gilda del Norte, que las venden.

Con el paso de los años se ha ido innovando la Gilda sustituyendo la anchoa o la piparra e incorporando queso, langostinos, pulpo, huevo de codorniz, boquerones o pimiento rojo, aunque los vascos se mantienen fieles a la de toda la vida. A aquella creación verde que ha marcado la infancia y la vida de muchos.