Mi receta favorita vasca se prepara en 50 minutos y gusta a todo el mundo: así hago la porrusalda
- Se trata de un plato muy sencillo, con pocos ingredientes y todo un manjar, muy querido en el País Vasco.
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Euskadi se caracteriza por guardar una gastronomía impresionante. Entre sus platos sobresalen los de mar, como los chipirones en su tinta, el bacalao al pilpil o el besugo al estilo Orio, entre otros. Sin embargo, estos no son los únicos que se ganan los corazones de los vascos. También lo hacen los platos calientes.
Desde unas buenas alubias de Tolosa hasta un cocido vitoriano, una buena sopa zurrukutuna o una porrusalda. Platos inigualables y que son perfectos con este frío. Esta última es muy sencilla y todo un manjar, muy querida en el País Vasco y deliciosa.
Receta de la porrusalda
El cocinero vasco Karlos Arguiñano ofrece una receta para elaborar una porrusalda o 'sopa de puerro' impresionante, con un toque especial y diferente en el caldo, en su canal de cocina de Antena 3, Cocina Abierta. Esta sopa tradicional caracterizada por "su sencillez y reconfortante sabor" lleva muy pocos ingredientes, como zanahorias, patatas, puerros, cebolla, esqueletos de pollo, aceite, sal, agua y perejil.
En el artículo Porrusalda de Karlos Arguiñano, el plato de cuchara perfecto del canal de cocina mencionado, Arguiñano explica que el primer paso a la hora de preparar la porrusalda es el de introducir los esqueletos de pollo en la olla rápida con agua. A continuación añadimos perejil y un poco de sal. Ponemos la tapa y dejamos que se cocine todo al 1 unos minutos.
Acto seguido sacamos el caldo del fuego y dejamos reposar. Es importante desgrasarlo y colarlo con la ayuda de un colador con el objetivo de que los restos de hueso y perejil no acaben en nuestra porrusalda. Reservamos todo y en otra cazuela introducimos la cebolla picada y sofreímos a fuego medio sin que llegue a dorarse.
Después limpiamos los puerros y los cortamos en rodajas. Lo mismo hacemos con las zanahorias. Añadimos todo a la cazuela junto con la cebolla. Es el turno de las patatas. Las pelamos y las cortamos chascándolas para que suelten almidón y dejen el caldo más gordito y rico. Las incorporamos a la cazuela.
El caldo de pollo lo vertimos sobre las verduras y añadimos sal. Lo llevamos a ebullición. Bajamos el fuego y cocinamos casi media hora a fuego lento. Y ya tenemos un maravilloso plato que lleva ganándose el corazón de los vascos desde hace años. Un truco para quienes deseen una porrusalda más espesa: hay que cocinarla unos cuantos minutos más para que el caldo se reduzca.
Se trata de un plato, sin duda, delicioso y que además contiene muchos beneficios para nuestro organismo. Las patatas y los puerros constituyen un plato completo que se ha llegado a expandir por otras regiones del norte. Es sencillo, sabroso y barato, pero también depurativo y muy sano. Aporta, según el artículo Porrusalda, tradicional y revitalizante plato de cuchara de Gastronosfera, 26 calorías, un 50% de vitamina C, un 17% de vitamina E, el 14% de vitamina B6, el 14% de selenio, el 11% de calcio y el 9% de hierro.
Decenas de hogares vascos se decantaban por la porrusalda antaño por la facilidad para encontrar sus ingredientes y por ser nutritivo y perfecto para combatir el frío. De ahí que se consumiera más de una vez a la semana. Durante la posguerra, además, fue un gran recurso. "Todavía se puede escuchar a personas que tienen ligada su infancia al olor y al sabor de la porrusalda con la que combatían el hambre".