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La cirugía robótica, una buena aliada para el cirujano y el paciente
Esta técnica combina precisión, seguridad y comodidad tanto para el paciente como para el cirujano y la sitúa como una de las técnicas más avanzadas en su campo
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La cirugía robótica ha supuesto un avance muy significativo en el campo de la medicina, especialmente en las intervenciones urológicas oncológicas y en el tratamiento de patologías del suelo pélvico.
Esta tecnología ha transformado la manera en que se abordan operaciones como el cáncer de próstata y de riñón, además de problemas de prolapsos abdominales que afectan a la vejiga, el útero o el recto, ofreciendo a los pacientes mejores resultados y una recuperación más rápida.
Alta precisión
El uso de esta técnica ha permitido alcanzar los mejores resultados en el tratamiento del cáncer de próstata localizado. “La cirugía robótica no sólo mejora la precisión de la intervención, gracias a la visión en 3D y la ergonomía para el cirujano, sino que también minimiza el cansancio del profesional y facilita el acceso a zonas quirúrgicas difíciles”, explica el urólogo Gregorio Garmendia, de Policlínica Gipuzkoa.
Garmendia, que lidera un equipo que realiza más de un centenar de cirugías robóticas de cáncer de próstata al año, subraya que, aunque la tecnología es avanzada, el robot no opera solo. Aún así, el éxito de la intervención depende en gran medida de la experiencia del cirujano, quien dirige los brazos robóticos con pedales y manos, controlando cada movimiento. "Es la experiencia del cirujano lo que marca la diferencia", asegura el especialista, aunque es cierto que “el sistema robótico anula el temblor que puede tener un cirujano en las manos”
Recuperación inmediata
La cirugía robótica no solo mejora los resultados oncológicos, sino también los funcionales. Las complicaciones postoperatorias son menores y los pacientes experimentan una rápida recuperación.
"Suelen empezar a comer al día siguiente, caminar entre las 12 y 24 horas y, generalmente, pueden irse a casa en un plazo de tres a cinco días", explica el urólogo. Además, las incisiones son pequeñas y la necesidad de analgésicos es mínima.
Aplicación en cirugía abdominal
Los beneficios de la cirugía robótica no se limitan al ámbito urológico. José Luis Elósegui, cirujano general de la Policlínica Gipuzkoa, también ha observado ventajas en el uso de esta tecnología en cirugías abdominales.
"La cirugía robótica nos permite restaurar el suelo pélvico y las vísceras a su posición anatómica normal con una mínima agresión al paciente", asegura Elósegui, destacando que esto se traduce en una mejora significativa del postoperatorio.
Da Vinci, 'el cirujano perfecto’
El sistema robótico Da Vinci, ampliamente utilizado en todo tipo de cirugías abdominales, tanto digestivas como ginecológicas y urológicas, ha mejorado la precisión y la ergonomía para los cirujanos.
Según detalla Elósegui, operar sentado frente a una consola, con una torre de visión y brazos robóticos, proporciona una ventaja incalculable: "El sistema anula el temblor natural de las manos del cirujano y permite movimientos de 360 grados, lo que facilita la sutura en posiciones difíciles", explica.