Ante los datos que evidencian una parada en la bajada de contagios y las escenas de estos últimos fines de semana en las calles vascas, el Gobierno vasco baraja tomar nuevas medidas de restricción y no descarta adelantar la cita del 11 de enero del Labi para valorar situación. Según ha explicado el portavoz del Ejecutivo, Bingen Zupiria, el propio lehendakari está siguiendo continuamente los datos y ha recordado que "estamos en una situación de alerta con toque de queda" y que es necesario "ser responsable para seguir las medidas que eviten que contagiemos o que nos contagien".
El Gobierno vasco percibe con preocupación un "ansia de normalidad" en la población que afecta especialmente a la vida social, el comercio y la hostelería. Una situación que, según ha explicado el portavoz, choca con una realidad muy grave con unas restricciones que es necesario respetar. En este sentido ha señalado que, aunque la "mayoría de la población se está comportando de forma responsable, vemos dificultades en mucha gente para seguir las normas y recomendaciones, especialmente en la vida social, el comercio y la hostelería".
De ahí que no se descarte ningún tipo de medida, incluso adelantar una reunión del Labi, prevista para el 11 de enero, a la luz de los datos diarios que se siguen desde su comisión técnica. Según ha explicado Zupiria, el objetivo es proteger la normalidad en el curso escolar y la actividad económica.