Quizás pueda despistarles este título tan inglés que podía ser tranquilamente una tabla de ejercicios que les recomiendo para estar en forma este verano, pero no van por ahí los tiros. Tiene que ver más bien con un momento histórico, aunque para la mayoría haya pasado desapercibido entre tanta información de la pandemia, tan importante como lo fue unos siglos atrás la revolución francesa y, casualmente, comparte fecha con su inicio. El pasado 14 de julio, la Comisión Europea lanzaba su particular “Toma de la Bastilla”, pero esta vez el objetivo no era la derogación de la monarquía, sino el paquete más importante y ambicioso, hasta la fecha, de todo un continente para luchar contra el cambio climático.
Esta urgencia ha llevado a la Comisión Europea a convertir Europa en el primer continente en lanzar un marco regulatorio tan potente
El mensaje que nos mandan de nuevo desde Bruselas es muy claro: la urgencia de intensificar la acción climática en una década que va a ser clave para intentar mitigar los efectos de un cambio climático cada vez más evidente. Esta urgencia ha llevado a la Comisión Europea a ser ambiciosa y convertir a Europa en el primer continente en lanzar un marco regulatorio tan potente, a pesar de que hay voces críticas como la de Greenpeace que lo sigue considerando insuficiente. En cualquier caso, es el primero en todo el mundo y vuelve a situar a Europa a la cabeza de la lucha contra el cambio climático, con todo lo que esto puede suponer de apuesta por liderar una nueva economía verde que le permita ganar una competitividad perdida en los últimos años frente a otros continentes como Asia y América. A pesar de que todavía hay mucha gente que no se acaba de creer que esto va en serio y que combatir esta crisis climática es el reto más urgente del planeta, es evidente que los países y empresas que transiten antes este camino de la transformación verde van a ser los más competitivos y con más oportunidades en un futuro muy cercano.
El ”Fit for 55” debe su nombre al principal objetivo del plan, reducir las emisiones de gases efecto invernadero un 55% para 2030, sí, han leído bien, en menos de 8 años Europa deberá emitir menos de la mitad de los “humos” que emite ahora mismo. Esto supone un cambio de 180 grados en la economía de todos sus territorios y, por lo tanto, de todo su tejido económico, desde la microempresa más pequeña hasta la mayor multinacional. De esta manera, lo que podemos y debemos demandar es la misma ambición en estos retos a nuestros gobiernos, tanto al autonómico como al central, a nuestras empresas y a las asociaciones que las dirigen, a nuestros trabajadores y a los sindicatos y, por supuesto, a nosotros mismos, los ciudadanos, que somos una pieza clave en todo este engranaje. Así que nos toca revisar todos nuestros objetivos, porque no hay tiempo que perder y los expertos ya avisan que fenómenos tan extremos como las últimas inundaciones de Alemania van a ser hasta 14 veces más frecuentes en los próximos años, y nadie está libre de sufrirlos.
El 'Fit for 55' debe su nombre al principal objetivo del plan, reducir las emisiones de gases efecto invernadero un 55% para 2030
Esta nueva estrategia de la Comisión Europea, que inicia ahora su tramitación y negociación política con la esperanza de que no se diluya su ambición en este proceso, explica claramente como se puede hacer una reducción tan drástica de nuestras emisiones en tan sólo 8 años, esta bajada pasa por aumentar un mínimo del 40% las energías renovables, mejorar nuestra eficiencia energética en un 36%, extender el mecanismo de los derechos de emisión a 2 nuevos sectores: el transporte y la edificación, la propuesta de un mecanismo de ajuste en frontera por emisiones a las importaciones de acero, cemento, aluminio, fertilizantes y electricidad o la creación de un Fondo Climático Social con medidas de apoyo para hogares, pequeñas empresas y usuarios del transporte que permita hacer una transición justa, sin dejar a nadie detrás.
Este paquete de medidas supone también el reconocimiento a una evidencia, el cambio pasa por una importante revolución regulatoria para asegurarse que estos ambiciosos objetivos puedan cumplirse y ya sabemos como va este mecanismo, primero legisla Europa y luego sus territorios están obligados a aplicarlo. Así que, por si acaso todavía no había quedado claro en todos los artículos que he compartido con ustedes este año, toca ponerse manos a la obra y profundizar y acelerar el cambio de la economía vasca. No valen más excusas y demoras, 2030 está a la vuelta de la esquina y los que primero aprueben este examen del clima con nota serán también los que mejor posicionados estén para crear nuevas oportunidades.
Afrontar el reto del cambio climático requiere más acción y menos palabras, ya no podemos postergar más su mitigación
De momento, ya hay serios indicios de que algunos sectores se están moviendo ante la evidencia de que ese cambio legal les va a afectar de lleno. Este es el caso de la automoción, un sector con un importante peso en Euskadi, y no sólo por contar con la principal fábrica de furgonetas de Mercedes Benz en nuestra capital, sino porque también más del 50% de la industria de componentes de este sector en España tiene su sede en nuestra comunidad. Proyectos como Basquevolt, la factoría de baterías que se pretende construir en el Parke Tecnológico de Álava, son un claro ejemplo. También lo hacen algunas instituciones con otras iniciativas que incidirán directamente en uno de los sectores señalados en el “Fit for 55”, el de la edificación. En los próximos meses veremos como proyectos de rehabilitación de diferentes barrios de Vitoria-Gasteiz avanzan para mejorar esa eficiencia energética y reducir las emisiones de este sector difuso. Ojalá que también avance la llegada del AVE y pronto podamos bajar drásticamente las emisiones del transporte trasladando al tren muchos de los viajes en avión y automóvil privado.
Afrontar el reto del cambio climático requiere más acción y menos palabras, ya no podemos postergar más su mitigación. Seamos inteligentes y convirtamos este reto en una oportunidad para la economía vasca y para el futuro de todas las personas. Pongamos en forma nuestra economía ¡ya!