La disonancia entre la lentitud de Adif y la velocidad del TAV ha sumado esta semana un nuevo capítulo. No habrá conexión con Francia hasta 2035, no habrá AVE de Bilbao a Santander -solo un tren rápido que costará 2.500 millones- y la conexión entre Burgos y Vitoria, clave para que la Y vasca se conecte con el resto de España, sigue experimentando retrasos. Las pruebas de gestión de tráfico no terminarán hasta finales de mayo en el tramo Venta de Baños - Burgos en el mejor de los casos y después habrá que empezar la fase de aprendizaje para los maquinistas. Adif ya se vio obligada a repetir las pruebas en septiembre de 2021 y ahora ha experimentado un nuevo retraso que, en cualquier caso, no debería llegar al que se lleva en Euskadi, que no tendrá lista la Y vasca, como mínimo, hasta 2027.