El Tribunal Supremo de EE.UU. muestra su intención de derogar el derecho federal al aborto en un borrador filtrado. Aunque, el alto tribunal tiene hasta junio para cambiar de decisión, las alarmas han saltado en el país de la libertad y en el mundo.
El hecho de que se haya filtrado el documento es insólito en sí mismo. Merece la pena mencionarlo ya que desde este lado del Atlántico las filtraciones judiciales no son ninguna novedad, allá sí, lo que suscitará una investigación sobre lo ocurrido.
Lo destapado por el portal Político pone en preaviso al Gobierno estadounidense. Biden se prepara para responder en el caso de que se ponga fin a un derecho federal desde hace medio siglo.
El hecho de que se haya filtrado el documento es insólito en sí mismo
La resolución de Roe versus Wade en 1973 dictaminó que el Estado no tiene derecho a intervenir en la decisión de la mujer sobre su embarazo. 50 años no han sido suficientes para que el ultraconservadurismo haya trazado una hoja de ruta para acabar con este derecho. En los últimos diez años varios Estados en manos conservadoras como Oklahoma, Ohio, Kentuky, Misuri… han ido aprobando leyes que violan los parámetros que la sentencia Roe vs Wade dictaminó para forzar así, al alto tribunal a revisar y anular el precedente del 73. El pleito sobre la actual y restrictiva ley de Misisipi, es la que ha originado esta nueva deliberación sobre la libertad reproductiva de las mujeres y una muestra del impacto que la Corte Suprema puede causar en las próximas décadas.
Esto es parte del legado de Donald Trump y de sus antecesores como Bush, nombrando durante su mandato a jueces que se deslizan por coordenadas misóginas y ultrareligiosas.
El tribunal encargado de la revisión del derecho al aborto está compuesto por nueve magistrados vitalicios; seis conservadores y tres liberales. De 2017 a 2021 en la era Trump, el Presidente propuso nada menos que a un tercio de los jueces que tomarán la decisión, Neil N. Gorsuch, Brett M. Kavangaught mas la última y gran abanderada de la causa antiabortosta, Amy Coney Barrett. El otro tercio conservador fueron a propuesta de las administraciones Bush tanto hijo como padre.
Esto es parte del legado de Donald Trump y de sus antecesores como Bush, nombrando durante su mandato a jueces que se deslizan por coordenadas misóginas y ultrareligiosas
No era el 73, pero si 1976 cuando once mujeres fueron detenidas en Basauri acusadas de abortar o de practicar abortos. El juicio se celebró en 1982, tras varias dilaciones y con la pelota caliente sobre el derecho al aborto y el acceso a anticonceptivos en la mesa política y con una dictadura demasiado reciente. Y ahí estuvieron las mujeres, los movimientos feministas para tomar las calles , recoger firmas y para gritar que nuestro cuerpo nos pertenecen. Nueve de estas mujeres fueron absueltas, dos condenas y mas tarde amnistiadas, pero nuestras voz, nuestra legítimo derecho se impregnó en las togas y en las sociedad. Aquellas movilizaciones obligaron al Gobierno de Felipe González a elaborar la primera ley del aborto de la democracia, aprobada en 1985, a pesar de la presión de la Iglesia y de los sectores de la derecha.
No están tan lejos Misisipi y Basauri, al menos no sus mujeres y no sus derechos. No es una cuestión personal o individual es una cuestión que afecta a la libertad de todas las mujeres.
No era el 73, pero si 1976 cuando once mujeres fueron detenidas en Basauri acusadas de abortar o de practicar abortos
Ninguna ley evitará los abortos. Lo harán con garantías sanitarias las que económicamente se lo puedan permitir. Antes fue Londres, las estadounidenses irán a Canadá. Algunas se arriesgarán a hacerlo en la clandestinidad, como lo hicieron las once de Basauri, mujeres pobres. Familias que intentaban labrarse un futuro gracias a las fábricas del cinturón industrial entorno al Nervión.
No demos ningún derecho por conquistado para siempre, la amenaza del retroceso es constante, especialmente de quienes pretenden construir la arquitectura social en base a los privilegios masculinos, la familia tradicional o fundamentos religiosos. Miramos a EE.UU. con preocupación y nos ponemos en alerta, pero no hay que irse muy lejos.
Simone de Beauvoir nos lo advirtió "No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados"
Vitoria- Gasteiz es una de las ciudades señaladas en el mapa de las organizaciones ultracatólicas. Campañas financiadas por asociaciones definidas como pro-vida contra la reforma de la Ley del Aborto y contra la modificación del Código Penal para castigar las coacciones que sufren las mujeres en las puertas de las clínicas que realizan interrupciones voluntarias del embarazo recién aprobada en el Congreso.
Simone de Beauvoir nos lo advirtió "No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”
Las once de Basauri también nos lo recuerdan. Se lo decimos todas alto y claro: no os dejaremos decidir por nosotras.