Al margen de los candidatos y los entrenadores, el principal protagonista de la campaña electoral del Athletic Club han sido las redes sociales. Y es que el que a priori era el principal aspirante, Jon Uriarte, claro ganador en términos de avales, se ha ido apagando a medida que la maquinaria de propaganda digital de uno de sus rivales iba lanzando petardos comunicativos contra su candidatura.

Aunque en la primera fase supo aprovechar mejor las redes sociales para transmitir una imagen de modernidad e innovación que entusiasmó a muchos hinchas, el globo se ha ido desinflando. El brazo virtual de Jon Uriarte en este campo, Igor San Román, se adelantó en el marcador pero ha resultado finalmente goleado por Iñaki Zanguitu, el gestor de la campaña online de su rival Ricardo Barkala.

Frente a ellos, asistiendo casi como un espectador de un duelo a dos, Iñaki Arechabaleta ha jugado la baza de haber preparado todo con la antelación suficiente para haber podido presentar a un entrenador de marca. Su campaña ha estado dirigida por Koldo Campo, un periodista que conoce mucho mejor la radio que Internet y que solo ha contado con las redes sociales como una vía complementaria de difusión de sus mensajes.

 

Al margen de los candidatos y los entrenadores, el principal protagonista de la campaña electoral del Athletic Club han sido las redes sociales



Empezó muy fuerte Igor San Román, un empresario del mundo de la comunicación que precisamente había comenzado su carrera profesional haciendo campañas políticas. Sus relaciones con Tissat, una empresa levantina que fue socia de su agencia Sociálitas y que apareció salpicada en la Operación Púnica, nunca han sido suficientemente aclaradas.

Uno de los ex trabajadores de esta empresa, Alejandro de Pedro, oriundo de Basauri, al igual que San Román, está procesado por llevarse contratos de administraciones gobernadas por el PP que encubrían pagos para realizar campañas de reputación a favor de candidatos populares. Además de crear medios de comunicación falsos, entradas ficticias en la wikipedia, comentarios en noticias de periódicos o perfiles de redes sociales de personas inventadas, montaba webs para desprestigiar a los rivales.

San Román consta que trabajó para el PNV. Aunque no se conoce hasta qué grado llegó esta colaboración, sí que es público que se adjudicó varios concursos públicos para gestionar redes sociales para lehendakaritza. Su enfrentamiento con los blogueros y tuiteros socialistas que realizaban el mismo trabajo a favor de Patxi López llevó incluso a que alguien creara una parodia en twitter, un perfil falso que exagera sus defectos, bajo el título de "San Robán". Sabía, por tanto, cómo se las gastan.

 

Es paradigmático que lo que aprendió trabajando para el PNV lo haya utilizado ahora para enfrentarse al candidato del partido, que también ha contado con alguien con mucha experiencia en marketing político



En esa época hubo una guerra virtual entre PSE y PNV por el liderazgo digital en Euskadi, sobre todo en twitter. Se crearon muchas cuentas falsas que, entre otras cosas, permitieron inflar los seguidores de Patxi López. El facebook personal de San Román estaba entonces plagado de textos burlándose del lehendakari socialista e incluso de Vocento. Hoy en día ya no tiene twitter, después de que la compañía californiana se lo suspendiera por incumplir alguna de sus reglas.

Es paradigmático que lo que aprendió trabajando para el PNV lo haya utilizado ahora para enfrentarse al candidato del partido, que también ha contado con alguien con mucha experiencia en marketing político. De ahí que al poco de empezar la campaña un editorial del periódico Deia denunciara que se estaban produciendo tongos en las votaciones online. Aunque no lo nombraba por no tener pruebas, es evidente que hacía referencia a Igor San Román.

Lo que el de Basauri no se esperaba, pese a que Uriarte había sido advertido antes de presentarse, es que su rival fuera a contratacar con la virulencia que lo ha hecho. O al menos eso es lo que da a entender el hecho de que una semana después la plancha de Izan Athletic se estuviera planteando retirarse.

 

La técnica para difundirlos es siempre la misma: una serie de usuarios falsos de twitter lanzan las fotos que después otros replican por whatsapp



Al parecer, circulaban todo tipo "deepfakes" (vídeos manipulados para que aparezca la imagen de otra persona) y "bulos", incluidos incluso en dossieres listos para ser enviados a personas clave, sobre algunos de sus miembros. La técnica para difundirlos es siempre la misma: una serie de usuarios falsos de twitter lanzan las fotos que después otros replican por whatsapp. Al final el mensaje se multiplica de manera prodigiosa sin que, a efectos legales, esté claro cuál es su origen.

Igor San Román se vio directamente afectado por un artículo titulado "el único punto oscuro en la plancha de Jon Uriarte". Miembros de su candidatura presionaron entonces para excluirlo, pero el aspirante a presidente se empeñó personalmente en mantenerlo en el staff. En contraste, Zanguitu, el hombre de las redes de Barkala, no figura en ningún sitio y hace un trabajo en la sombra de auténtico "fontanero".

 

Es una de esas tácticas de comunicación que no se enseñan en las facultades pero que se emplean habitualmente, especialmente en política. Se buscan los puntos débiles del rival, se exageran con ayuda del photoshop y se difunden sobre todo por whatsapp



La puntilla llegaría una semana después con la filtración de las polémicas imágenes del director deportivo de la candidatura de Jon Uriarte. Después de anunciarse su nombre, las fotos no tardaron ni 45 minutos en empezar a circular por las redes. Evidentemente, alguien lo había preparado minuciosamente y, para hacer el máximo daño posible, había esperado hasta el último momento.

Es una de esas tácticas de comunicación que no se enseñan en las facultades pero que se emplean habitualmente, especialmente en política. Se buscan los puntos débiles del rival, se exageran con ayuda del photoshop y se difunden sobre todo por whatsapp. Si las imágenes son reales, no hace falta siquiera retocar nada. La técnica es tan habitual que sorprende sobremanera que Jon Uriarte y su equipo no hubieran tomado las debidas precauciones.

Aunque como él ha dicho varias veces se ha formado en un mundo de tiburones financieros, quizás no era consciente de que en política estos animales tienen los dientes todavía más afilados. También cabe que delegara esta responsabilidad en alguien que no estaba tan preparado para un entorno tan agresivo y que ha tenido que improvisar más de la cuenta. "El error ha sido no saber hasta dónde iba a llegar la suciedad de unas elecciones, y pensar que iban a escarbar en redes sociales 10 años atrás", ha reconocido Uriarte en los últimos días.