La tensión laboral en Ibermática por el bloqueo del convenio ha desembocado finalmente en conflicto con una primera jornada de huelga esta semana y otras dos previstas para la próxima. Una mala noticia para la empresa tecnológica con sede en Donostia y una muy mala carta de presentación hacia su nuevo propietario, el grupo sevillano Ayesa. Y en este caso no puede decirse que las huelgas hayan llegado por sorpresa ya que la dirección que encabeza Juan Ignacio Sanz obtuvo un comodín ya previamente al decidir los sindicatos suspender una primera jornada de paro a mediados de octubre para negociar. La empresa no aprovechó aquel cartucho y se ha encontrado con que finalmente sus trabajadores han salido a las calles. Este lunes habrá una nueva ocasión de apagar el fuego que Sanz y su equipo harían bien en aprovechar.