Emilio Titos dejará en breve de dirigir la planta de Mercedes de Vitoria, la mayor fábrica de Euskadi. Su sustituto, Bernd Krottmayer, es un hombre de la casa alemana pero sin experiencia anterior en el país, así que no cabe duda de que su predecesor se ha sentado (o lo va a hacer próximamente) para darle algunas claves fundamentales para entender cómo funcionan las cosas aquí. Titos no tiene pelos en la lengua, así que no dudaría que el diálogo ha girado en torno a los siguientes puntos, que evidentemente son puramente ficticios:

- Aquí hay muchos políticos. Pero no te asustes, todos están dispuestos a ayudarte. Son conscientes de que Euskadi no tiene otra riqueza que sus fábricas y saben que la que tú vas a dirigir es la más grande de todas. Podrías aprovechar para estrujar a los políticos para que te den todas las subvenciones del mundo. Pero no te pases, que el honor es un concepto muy arraigado entre los vascos.

-Sindicatos. Aquí hay buenos y malos. Los de UGT y CC.OO. son más razonables. Pero ELA y LAB son muy peligrosos. Se creen políticos y siguen pensando que su verdadero objetivo es aterrorizar a los empresarios para que paguen más a sus empleados. Tendrás que pegarte con ellos periódicamente porque muchos trabajadores de la fábrica confían más en ellos que en la dirección. Y eso que les he advertido varias veces de que, si se portan mal, en Stuttgart pueden decidir cerrar y dejarles a todos en la calle. Como piensan más en sus carreras políticas que en la fábrica, a los de ELA y LAB les da igual que les amenaces. Tendrás que lidiar como puedas con estos toros bravos.

-Lo más positivo de tu plantilla va a ser su fidelidad, dirección incluida. Aquí nadie se va a ir por su propio pie. Por una parte, porque en Vitoria la gente se piensa que la Mercedes es una especie de ministerio en el que se entra a trabajar para toda la vida. Pero también porque en una ciudad tan pequeña no hay muchas opciones para emplearse. Y aunque te sorprenda, a un vasco hoy en día no es fácil alejarle de su casa.

-Esta ciudad se parece a cualquiera de Alemania, también en la temperatura en invierno. Te vas a sentir como en casa. Tan organizada como aburrida. Las cosas funcionan para lo bueno y para lo malo. Es una ciudad en la que pasan tan pocas cosas que la colocación de un semáforo puede llegar a ser el principal tema de un pleno municipal.

-Jerárquicamente, el Ayuntamiento de Vitoria tiene por encima los siguientes gobiernos: Diputación de Alava, Gobierno vasco, Gobierno de España y Unión Europea. Los que realmente te interesan son los que están en el Gobierno vasco, muy cerquita de la fábrica. Son los que manejan más dinero y tienen más competencias. Son del PNV, un partido con una filosofía muy germánica y muy pragmática. Si te llevas bien con ellos, tendrás a los demás en el bote.

-Tres líneas sobre los vascos. Son muy orgullosos de su tierra y sus tradiciones, como los bávaros, y eso les lleva a veces a creerse mejores que los demás. Para llevarte bien con ellos puedes jugar con esos sentimientos aprendiendo algunas palabras de su idioma, el euskera, y participando en todas las iniciativas locales que el presupuesto permita. Eso sí, no hay mucho dinero para esa finalidad.

-Los vitorianos no son vascos de pura cepa. Casi no hablan euskera y su clima se parece más al de Castilla que al del Cantábrico. Por eso les plantaron el Gobierno vasco en casa, para que se vasquizaran un poco más. Si no fuera por el frío, te diría que Vitoria se parece más a mi querida Granada que a la hermosa San Sebastián. Eso sí, los alaveses son más serios a la par que sosos. Como nosotros los alemanes.

-Una de las cosas de las que más orgullosos están los vascos es su gastronomía. Es algo sagrado. Para cualquier vasco es indiscutible que es mil veces mejor que la alemana, así que respétala siempre. Y es cierto que los grandes acuerdos se sellan con una comida, a partir de las 2 de la tarde y hasta la hora que la ocasión permita. Bien en un buen restaurante o en un txoko, un lugar cerrado en el que los vascos cocinan, beben, charlan y cantan.

-El deporte rey en Vitoria es el fútbol pero en Vitoria no hay que menospreciar al baloncesto. Convendría que te hicieras ver por allí de vez en cuando para que te observen como un alemán integrado en el entorno.

-Para terminar, un consejo personal. Como para escolarizar a los niños en el sistema alemán solo tienes la opción de Bilbao, es mejor que busques piso en Murgia, que está a medio camino.