El In Memorian que celebra cada año la Fundación Buesa en Vitoria es ya una cita obligatoria para cualquiera que se preocupe por la memoria de las víctimas de ETA. Este miércoles, en el aniversario del doble asesinato de Fernando Buesa y Jorge Díez, los presentes en el acto pudimos volver a escuchar, otra vez con la garganta anudada, la piel erizada y la mente interpelada, a Sara Buesa. Como cada año, la hija del político socialista sorprendió, cautivó y, sobre todo, emocionó con un discurso exquisito. Palabras cargadas de bondad, hondura ética, amor por la humanidad y compasión. Todo ello entendido en sentido amplio, porque la vicepresidenta de la Fundación incluso lanzó mensajes a los verdugos que tanto le arrebataron ("no los considero monstruos, ni enemigos"). Además, el periodista Jon Sistiaga reflexionó sobre el pasado del terrorismo y sus consecuencias en la actualidad. Entre otras cosas, habló de "la dulce amnesia colectiva" que vive la sociedad vasca respecto al terrorismo. Cada uno con su estilo, ambos coincidieron en reclamar que Euskadi afronte su pasado mirando al espejo de las víctimas. Para que ese deseo justo y de justicia pueda cumplirse, dos voces así debieran escucharse en cada colegio, cada calle y cada hogar de esta tierra tan golpeada y moldeada por la sangre y el fuego.