Cuando Freud, el padre del psicoanálisis, planteó el concepto de pulsión lo definió como un impulso que se origina en una excitación corporal y que moviliza al organismo para conseguir suprimir el estado de tensión en el que se encuentra a partir de esta (pulsión). En definitiva, y para entendernos, la pulsión es la energía profunda que dirige la acción hacia un fin.

Cuando quedan 45 días para las elecciones municipales, forales y autonómicas – unas elecciones que en función de los resultados que arrojen serán clave para el devenir de la política vasca y española de los próximos años – hay quien echa de menos cierta pulsión electoral, esa excitación colectiva que se produce cuando una sociedad percibe una competencia electoral que anima a la movilización y que necesita ser aplacada ejerciendo el derecho al voto. La gente está a otras cosas, a la Semana Santa o a cómo hacer frente al incremento de una cesta de la compra que no para de crecer.

Bajo esta falta de pulsión electoral subyace una preocupación extendida en Euskadi, la abstención creciente que se viene dando en las últimas elecciones nos alertan de un mal que carcome nuestro sistema institucional: la desafección política. Estas semanas, desde el Gabinete de Asuntos Públicos que dirijo, Silván&Miracle, hemos analizado para el Grupo EiTB la mayor encuesta electoral realizada hasta la fecha en Euskadi: 6.600 entrevistas que nos han permitido conocer más en profundidad el estado de la opinión pública vasca, el perfil de los y las votantes, el porcentaje de indecisos, y el estado en el que se encuentran los partidos políticos ante la cita electoral del 28 de mayo: hay o no hay transferencias de voto de unos partidos a otros.

El votante del PNV está más indeciso que en otras ocasiones; EH Bildu ha alcanzado su techo; el PSE-EE todavía no ha movilizado a su electorado y Elkarrekin Podemos y el PP están cerca de su suelo

Explotar los microdatos de las encuestas nos ha permitido, por un lado, acceder a niveles de la realidad social más profundos y, por otro lado, identificar corrientes de fondo que mueven la opinión pública. Se trata de trascender de interpretaciones meramente descriptivas que obvian los procesos de cambio y de profundizar en variables explicativas, identificando elementos que nos ayuden a comprender mejor el comportamiento electoral y el estado de la opinión pública.

El compromiso con la transparencia de EiTB y el acceso a los microdatos permite a los y las estrategas políticos – spin doctors –, contar con una gran cantidad de información que, si son hábiles, les permitirán con sus mensajes, a través de diferentes canales y medios (digitales y analógicos), llegar directamente a la ciudadanía vasca, especialmente al gran volumen de indecisos e indecisas (21% en Euskadi, frente al 8% de Navarra). Una aproximación a los datos del EiTB FOCUS nos muestra que la mitad de la población está indecisa, no quiere contestar sus preferencias de voto o se abstendrá en las próximas elecciones del 28 de mayo; las mujeres están más indecisas que los hombres, aunque estos destacan entre los abstencionistas. Solo el 52% de la población apunta a que votará a algún partido o coalición en las próximas elecciones municipales y forales.

Si del análisis del EiTB FOCUS del mes de marzo podemos concluir que, el votante del PNV está más indeciso que en otras ocasiones; EH Bildu ha alcanzado su techo; el PSE-EE todavía no ha movilizado a su electorado y Elkarrekin Podemos y el PP están cerca de su suelo, está en manos de los partidos activar la pulsión electoral.