Inmerso siempre en un mar de dudas y retrasos, el tren de alta velocidad (TAV) anota un tanto al confirmar el Parlamento Europeo la fecha de 2030 para la conexión con Francia. Bruselas sonríe al lehendakari Iñigo Urkullu y a la embajadora jeltzale en la eurocámara, Izaskun Bilbao, quien calificaba la decisión de los políticos europeos de "espaldarazo en toda regla" a las gestiones que está realizando el PNV con el propio Urkullu a la cabeza para aunar intereses y presionar en favor de ese corredor atlántico.
Habrá que ver si finalmente se cumple este plazo tras el anuncio de Francia de retrasar esta conexión ferroviaria rápida con España hasta 2042, que había encendido todas las alarmas, y si como asegura la eurodiputada vasca con la decisión del Parlamento el proyecto está garantizado en el plazo previsto. El TAV es ya de por sí una materia sensible tras los múltiples retrasos acumulados que, a día de hoy, siguen sin conceder una fecha de conclusión clara de unas obras que deberían haber terminado en 2024 y ahora apuntan a 2027 o 2028.