Absentismo de récord
Es de esas noticias que suelen pasar desapercibidas excepto para aquellos que bucean o buceamos en los medios buscando impactos que hagan referencia al mercado laboral. Son informaciones que en el mejor de los casos, aparecen relegadas al final de las escaletas o de las secciones de economía, ante la vorágine de otras cuestiones normalmente de índole política, que al fin y al cabo son las que a diario llenan el grueso de páginas e informativos.
Pero en cualquier caso, los datos son, y además están. Y los de absentismo, están entre ellos. Hace solo un par de días hemos sabido, que según el último informe elaborado por Randstad Research en España, tenemos cifras de récord, que no es Guiness pero podría serlo, de 300.000 bajas diarias sin justificar. ¡300.000! 300.000 trabajadores que cada día, durante todos los días del año, y sin un motivo justificado han dejado de acudir a su puesto de trabajo. Y en este "maravilloso" ranking, vascos y canarios nos llevamos la palma porque es donde más se acusa este problema. En nuestro caso seguro que el asunto está muy relacionado con el hecho de que seamos campeones en huelgas, algo que para algunos además, es motivo de orgullo.
300.000 trabajadores cada día, durante todos los días del año, y sin un motivo justificado han dejado de acudir a su puesto de trabajo
A las escandalosas 300.000 bajas diarias sin justificar hay que añadir las justificadas que elevan la cifra un millón más, con lo que y nos ponemos en 1,3 millones de personas, que no acuden a diario a su puesto de trabajo, lo cual sin duda es un trastorno permanente a la hora de organizar equipos y responder a los objetivos de clientes y compañías.
Que el absentismo es una lacra que lastra la productividad y la competitividad de las empresas, es una evidencia de igual manera que hay que acometer el problema de forma proactiva para intentar para frenarlo. Es necesario que empresas y equipos profesionales establezcan directrices, que ayuden a minimizar esta perniciosa situación que tiene un coste diario inasumible.
Las empresas tendrán que seguir profundizando en aquellos aspectos que ayuden a la motivación laboral, como son la conciliación, los incentivos ligados al salario emocional, la flexibilidad… y todo ello, con el fin de que los trabajadores se identifiquen con el proyecto, se sientan parte de él y se conviertan en prescriptores de marca. Una buena comunicación interna, bien trabajada y con una estrategia clara y objetivos concretos, ayuda a crear ese clima laboral en el que todos se sientan motivados, informados e integrados. Motivación, información e integración son las claves a las que debe aspirarse para lograr la implicación de los equipos. Conseguirlo requiere la implicación máxima de la dirección y el convencimiento de que ese es el camino para tener un equipo estable y comprometido.
Motivación, información e integración son las claves a las que debe aspirarse para lograr la implicación de los equipos
Los trabajadores por su parte, también deben asumir su responsabilidad, que no es poca. Obviamente nada que decir de las bajas siempre que estén justificadas, y es inevitable pensar que vivimos en el país en el que se inventó la picaresca. Pero sin entrar a valorar las horas perdidas que a priori están justificadas, y sobre las que también hay que tomar medidas para intentar reducirlas, con elementos como una buena gestión de la prevención de riesgos laborales, las que realmente deben preocuparnos, en primera instancia, son las horas perdidas por el absentismo injustificado, 300.000 bajas diarias que en cualquier caso están asumiendo las empresas y que deben mirarse con lupa, porque el coste económico que suponen, además del humano puesto que hay que repartir el trabajo, es impagable y pone en riesgo los proyectos empresariales.
El absentismo desmedido es una pandemia que se suma a la complicada ecuación del empleo con falta de perfiles profesionales en prácticamente todos los sectores de actividad, lo cual nos deja una imagen de nuestro mercado laboral bastante
comprometida.
El absentismo en definitiva está y es grave, por mucho que algunos quieran relegarlo a un problema de escaso alcance, mientras nos venden una economía pujante e idílica en la que el empleo sigue tirando del carro.